/ martes 21 de mayo de 2024

Neurona Ciudadana | El agua no debe ser moneda de cambio


En las últimas semanas, gran parte del país ha sufrido diversas olas de calor que han puesto a prueba el sistema energético del país, pero no sólo eso, la falta de lluvias ha agudizado la problemática del abasto de agua. De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), existe un déficit del 23% en el almacenamiento de las presas de todo el país.

En un comunicado, el organismo especificó que las tres presas del Sistema Cutzamala (El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria), que suministra 25% del consumo del Valle de México, se ubican en 30.8% de su nivel, lo que enciende los focos rojos del sistema hídrico de esa región del país.

En Querétaro, la Conagua reportó que las presas La Llave, Jesús María, Centenario y la Venta están al 0% de almacenamiento y en general, de las 26 principales presas del estado, se encuentran al 8% de su capacidad en promedio. Situaciones similares o peores se presentan en el norte de México.

En este sentido, el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer que del 1 de enero al 5 de mayo de 2024, en nuestro país se registraron 50.7 milímetros de lluvia, lo que representa un 35.7% menos de lluvia de la que se presenta de manera habitual en el periodo mencionado en años anteriores.

Todo está relacionado, pues vemos claramente algunos de los efectos que produce el cambio climático, con olas de calor intensas y que han registrado temperaturas máximas récord y que a su vez agudiza la problemática del agua. Menos lluvias, menos disponibilidad de agua.

Lo grave de esto, es que, en medio de un proceso electoral, no se observa una intención firme por parte de los candidatos de proponer soluciones efectivas y reales que minimicen el impacto de este grave problema. Por el contrario, desafortunadamente en diversos escenarios hemos visto que más que proponer, buscan politizar el tema del agua, algo que no se puede permitir bajo ninguna circunstancia, pues el acceso al agua es un derecho humano y universal que debe estar alejado de intereses particulares o partidistas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha mencionado que para el 2050 la escasez de agua para la población urbana mundial se duplicará debido en gran parte a las sequías.

A nivel nacional, el SMN dio a conocer que al 30 de abril de este año, la sequía en sus grados extremo y excepcional se observó en 28.86% del territorio nacional.

En el caso de Querétaro, la Conagua reportó que 75% del territorio se encuentra en sequía excepcional y 24.2% en sequía extrema.

Los datos duros no engañan, estamos viviendo una crisis hídrica debido a una mala gestión, la cual tiene que atenderse urgentemente con políticas públicas que tengan claro el beneficio de la población, pero al mismo tiempo, la cultura del cuidado del agua debe ser integral y tiene que incluir a la población en general y al sector empresarial e industrial, pues debe ser una responsabilidad compartida que debemos asumir ya.

La crisis del agua pasa por muchas lógicas: 1) No hemos sabido construir sistemas locales de captación y reuso del agua, 2) Falta mucha cultura del uso adecuado del vital líquido, 3) Falta coordinación de los diferentes niveles de gobierno y 4) Falta compromiso de los sectores industriales para buscar mecanismos de reutilización.

Si no se toman cartas en el asunto, pronto podríamos tener conflictos regionales por el abasto del agua. Ya ha habido algunos entre Nuevo León y Tamaulipas o Querétaro e Hidalgo. A nivel internacional la situación es muy similar, pues datos del Pacific Institute señalan que de 2020 a 2023 se reportaron 543 conflictos a nivel mundial en los que el agua se utilizó como un arma o fue la causa o el objetivo de la violencia.

Por otra parte, considero muy importante que haya una profunda reforma en los modelos constructivos del país, de tal manera que los bloques habitacionales e industriales estén listos para la captación y reuso del agua de lluvia, que genere autoabasto y reduzca considerablemente el estrés hídrico de las ciudades.

Algunos especialistas mencionan que la hora cero ya nos alcanzó y aún así parece haber una apatía general al respecto y lamentablemente nos vamos a ocupar el día que abramos el grifo y no haya una sola gota de agua.

La gestión del agua debe basarse en datos científicos y en la experiencia técnica y no en intereses políticos, por eso se deben revisar las decenas de propuestas que ya existen por parte de los especialistas en el tema y que no han tenido el eco adecuado.

En este sentido, la Unesco propone, entre otras cosas, tomar medidas que aumenten la eficiencia, como la reparación de fugas en los sistemas urbanos y garantizar que el agua de los sistemas de riego llegue realmente al cultivo. Estas medidas, asegura el organismo, ayudarán a reducir los residuos y ahorrar recursos, independientemente del cambio climático o de los futuros patrones climáticos.


*Presidenta de la Comisión de Bienestar e Inclusión Social de Coparmex Nacional



En las últimas semanas, gran parte del país ha sufrido diversas olas de calor que han puesto a prueba el sistema energético del país, pero no sólo eso, la falta de lluvias ha agudizado la problemática del abasto de agua. De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), existe un déficit del 23% en el almacenamiento de las presas de todo el país.

En un comunicado, el organismo especificó que las tres presas del Sistema Cutzamala (El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria), que suministra 25% del consumo del Valle de México, se ubican en 30.8% de su nivel, lo que enciende los focos rojos del sistema hídrico de esa región del país.

En Querétaro, la Conagua reportó que las presas La Llave, Jesús María, Centenario y la Venta están al 0% de almacenamiento y en general, de las 26 principales presas del estado, se encuentran al 8% de su capacidad en promedio. Situaciones similares o peores se presentan en el norte de México.

En este sentido, el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer que del 1 de enero al 5 de mayo de 2024, en nuestro país se registraron 50.7 milímetros de lluvia, lo que representa un 35.7% menos de lluvia de la que se presenta de manera habitual en el periodo mencionado en años anteriores.

Todo está relacionado, pues vemos claramente algunos de los efectos que produce el cambio climático, con olas de calor intensas y que han registrado temperaturas máximas récord y que a su vez agudiza la problemática del agua. Menos lluvias, menos disponibilidad de agua.

Lo grave de esto, es que, en medio de un proceso electoral, no se observa una intención firme por parte de los candidatos de proponer soluciones efectivas y reales que minimicen el impacto de este grave problema. Por el contrario, desafortunadamente en diversos escenarios hemos visto que más que proponer, buscan politizar el tema del agua, algo que no se puede permitir bajo ninguna circunstancia, pues el acceso al agua es un derecho humano y universal que debe estar alejado de intereses particulares o partidistas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha mencionado que para el 2050 la escasez de agua para la población urbana mundial se duplicará debido en gran parte a las sequías.

A nivel nacional, el SMN dio a conocer que al 30 de abril de este año, la sequía en sus grados extremo y excepcional se observó en 28.86% del territorio nacional.

En el caso de Querétaro, la Conagua reportó que 75% del territorio se encuentra en sequía excepcional y 24.2% en sequía extrema.

Los datos duros no engañan, estamos viviendo una crisis hídrica debido a una mala gestión, la cual tiene que atenderse urgentemente con políticas públicas que tengan claro el beneficio de la población, pero al mismo tiempo, la cultura del cuidado del agua debe ser integral y tiene que incluir a la población en general y al sector empresarial e industrial, pues debe ser una responsabilidad compartida que debemos asumir ya.

La crisis del agua pasa por muchas lógicas: 1) No hemos sabido construir sistemas locales de captación y reuso del agua, 2) Falta mucha cultura del uso adecuado del vital líquido, 3) Falta coordinación de los diferentes niveles de gobierno y 4) Falta compromiso de los sectores industriales para buscar mecanismos de reutilización.

Si no se toman cartas en el asunto, pronto podríamos tener conflictos regionales por el abasto del agua. Ya ha habido algunos entre Nuevo León y Tamaulipas o Querétaro e Hidalgo. A nivel internacional la situación es muy similar, pues datos del Pacific Institute señalan que de 2020 a 2023 se reportaron 543 conflictos a nivel mundial en los que el agua se utilizó como un arma o fue la causa o el objetivo de la violencia.

Por otra parte, considero muy importante que haya una profunda reforma en los modelos constructivos del país, de tal manera que los bloques habitacionales e industriales estén listos para la captación y reuso del agua de lluvia, que genere autoabasto y reduzca considerablemente el estrés hídrico de las ciudades.

Algunos especialistas mencionan que la hora cero ya nos alcanzó y aún así parece haber una apatía general al respecto y lamentablemente nos vamos a ocupar el día que abramos el grifo y no haya una sola gota de agua.

La gestión del agua debe basarse en datos científicos y en la experiencia técnica y no en intereses políticos, por eso se deben revisar las decenas de propuestas que ya existen por parte de los especialistas en el tema y que no han tenido el eco adecuado.

En este sentido, la Unesco propone, entre otras cosas, tomar medidas que aumenten la eficiencia, como la reparación de fugas en los sistemas urbanos y garantizar que el agua de los sistemas de riego llegue realmente al cultivo. Estas medidas, asegura el organismo, ayudarán a reducir los residuos y ahorrar recursos, independientemente del cambio climático o de los futuros patrones climáticos.


*Presidenta de la Comisión de Bienestar e Inclusión Social de Coparmex Nacional