/ domingo 15 de enero de 2023

Cabañuelas | Nanche, del náhuatl nantzin

Nanche (Byrsonima crassifolia) conocido también como changunga, nancite, nanchi o nance. Su nombre proviene del náhuatl nantzin, nombre de la diosa Tonantzin o Cihuacoatl, que significa “madre”. Hablamos de un fruto pulposo que va del amarillo al rojo en su maduración, y es un poco más pequeño que una aceituna, con una semilla dura y redonda.

Sobre el uso de la corteza del árbol, esta ha sido parte importante en la medicina tradicional mexicana, ya que por sus propiedades astringentes se emplea en cocimiento como antidiarreico, tomándose como agua de uso, también sirve para otros tipos de desórdenes digestivos como disentería y dolor de estómago, además para tratar infecciones en la matriz e inflamación en los ovarios.

El fruto generalmente se come al natural (maduro), aunque también se pueden encontrar diversos productos a base de esta fruta como helados, mermeladas, jaleas, aguas frescas, postres, paletas y licores.

En el aspecto nutricional, es rico en carbohidratos que otorgan energía. Fortalece el sistema inmunológico, gracias a su alto contenido de vitaminas A, E y K. Es bajo en calorías, aporta alrededor de 70 calorías por cada 100 gramos.

Además, es bueno para la piel, se utiliza como remedio tradicional para curar infecciones de sarna, salpullido y heridas leves; actúa como un analgésico natural, aliviando distintos dolores corporales gracias a su contenido en manganeso. Ayuda a combatir los síntomas del resfriado.

Reduce la posibilidad de contraer enfermedades del corazón, tales como el síndrome metabólico y la hipertensión. Además, disminuye los niveles de plomo en la sangre.

En México, el nanche crece como arbusto en trópico seco y como árbol en zonas cálidas de la república; produce frutos con aceptación en el mercado, donde cada vez alcanza mayor popularidad.

  • Facebook: Heidy Wagner Laclette

Nanche (Byrsonima crassifolia) conocido también como changunga, nancite, nanchi o nance. Su nombre proviene del náhuatl nantzin, nombre de la diosa Tonantzin o Cihuacoatl, que significa “madre”. Hablamos de un fruto pulposo que va del amarillo al rojo en su maduración, y es un poco más pequeño que una aceituna, con una semilla dura y redonda.

Sobre el uso de la corteza del árbol, esta ha sido parte importante en la medicina tradicional mexicana, ya que por sus propiedades astringentes se emplea en cocimiento como antidiarreico, tomándose como agua de uso, también sirve para otros tipos de desórdenes digestivos como disentería y dolor de estómago, además para tratar infecciones en la matriz e inflamación en los ovarios.

El fruto generalmente se come al natural (maduro), aunque también se pueden encontrar diversos productos a base de esta fruta como helados, mermeladas, jaleas, aguas frescas, postres, paletas y licores.

En el aspecto nutricional, es rico en carbohidratos que otorgan energía. Fortalece el sistema inmunológico, gracias a su alto contenido de vitaminas A, E y K. Es bajo en calorías, aporta alrededor de 70 calorías por cada 100 gramos.

Además, es bueno para la piel, se utiliza como remedio tradicional para curar infecciones de sarna, salpullido y heridas leves; actúa como un analgésico natural, aliviando distintos dolores corporales gracias a su contenido en manganeso. Ayuda a combatir los síntomas del resfriado.

Reduce la posibilidad de contraer enfermedades del corazón, tales como el síndrome metabólico y la hipertensión. Además, disminuye los niveles de plomo en la sangre.

En México, el nanche crece como arbusto en trópico seco y como árbol en zonas cálidas de la república; produce frutos con aceptación en el mercado, donde cada vez alcanza mayor popularidad.

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