El zapote mamey (Pouteria sapota) en náhuatl “tetzontzapotl”, que significa zapote color de tezontle, por su color rojo similar a esta piedra que es utilizada para la construcción. Se cultiva en sistemas de producción, plantaciones comerciales con genotipos seleccionados localmente, plantaciones agroforestales asociado a frutales, y en traspatio.

Los botánicos norteamericanos O. F. Cook y G.N. Collins reportaron en 1903 que el mamey tiene un sabor agradable y aroma fragante, y que se puede comer crudo o conservado en azúcar. Sin embargo, esta fruta se ha cultivado en México, en Suramérica, y en las Antillas desde hace siglos. La primera introducción en el sur de Florida en Estados Unidos fue a mediados de 1880.

Cristóbal Colón, durante su viaje por costas panameñas por 1502-1503, describe que además de la piña, los nativos hacían vino de otra fruta que él describe y luego añade: "su sabor es como de durazno o pera muy buena. De estas unas son mejores que otras, como sucede con las demás frutas, también las hay en las islas, que los indios llaman mameyes".

El mamey es una fruta con beneficios para la salud, es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, vitaminas A, C y E es fuente de estas vitaminas; contiene potasio y hierro. Antioxidantes que protegen el cuerpo de enfermedades.

Además ayuda a mejorar la función inmunológica, la regularidad y la salud del corazón, sus carotenos tienen efecto antioxidante. Aceite de la semilla contiene vitamina A, C, calcio, y grasas vegetales. Se utiliza en productos de belleza y como tónico para reducir dolores musculares y reumáticos. Látex de las ramas se utiliza como insecticida y protector de la piel contra mosquitos.

Con el mamey también se puede elaborar helados, dulces, licuados y postres.

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