/ miércoles 18 de septiembre de 2024

Ciencia y sociedad / Universidades en pie de lucha a través de la Cultura de Paz


Para las Instituciones de Educación Superior (IES), sean públicas o privadas; Centros de Investigación, Institutos o Universidades, la búsqueda de caminos que logren una sociedad más justa, equitativa e igualitaria es una constante. Independientemente de sus orígenes o naturaleza, cada institución libra sus batallas para impulsar el cambio que buscamos como comunidad, en donde profundos problemas obstaculizan el desarrollo social.

Se abanderan valores tan importantes como la libertad de pensamiento, la inclusión, la democracia, el amor al conocimiento como motor de crecimiento y la búsqueda de respuestas que den solución a los complejos fenómenos sociales que aquejan a una sociedad resiliente y ávida de soluciones. No es entonces de extrañar que sean justamente las IES quienes cuestionen la realidad de forma crítica, escuchando a todas las voces y procurando desentrañar los acuerdos que puedan abrir el rumbo.

Hoy nuestro país vive momentos sin precedente, entre opiniones divididas -en principio todas merecedoras de respeto-. Ideologías por encima de la objetividad que debería prevalecer, polarización en lugar de empatía y conciliación. Basta, pues, opinar distinto para enfrentar una batalla campal entre defensores de la cuarta transformación y detractores. Los contrapesos tan necesarios se tratan de aniquilar.

Ante una situación en la que nuestro país debe tomar decisiones importantes, tanto como reformar nuestro régimen de gobierno, el panorama es de nula escucha y entendimiento. Me pregunto ¿En qué momento nuestro presidente se convirtió en la ley absoluta?

Aquí es donde entran las IES, buscando acuerdos dentro de una tempestad. A través de un creciente número de Rectoras, el diálogo y la sororidad tienen lugar para encontrar nuevas formas que permitan encontrar soluciones.

El “Tercer Encuentro de Rectoras y Ex-rectoras por la Igualdad. Construyendo Caminos de Paz” tuvo lugar en la Universidad del Claustro de Sor Juana. La primera edición fue organizada por la Universidad Autónoma de Querétaro, la segunda por el Colegio de México.

A través de escucha, diálogo e intercambios se trazan rutas para resolver problemas no exclusivos de las IES, pero que solo ellas pueden abordar sin recelos. Erradicar la violencia de género -y todos los tipos de violencia-, impulsar la igualdad y la inclusión, buscar mejores opciones para incrementar matrícula, defender los presupuestos, proponer alternativas, fomentar los acuerdos y estrategias conciliatorias, impulsar el sistema de cuidados y fortalecer la cultura de paz. Sobre todo, la última, como base de todo lo anterior, como fundamento indiscutible para armonizar estrategias de justicia e igualdad.

La Paz, no solo como ausencia de violencia, si no como presencia de acciones afirmativas. Eso incluye enfrentar los retos de hoy, no silenciarlos. Amerita poner el dedo en la llaga y abrir el debate plural. El primer paso para resolver cualquier problema es reconocerlo, el segundo es hablarlo.



Para las Instituciones de Educación Superior (IES), sean públicas o privadas; Centros de Investigación, Institutos o Universidades, la búsqueda de caminos que logren una sociedad más justa, equitativa e igualitaria es una constante. Independientemente de sus orígenes o naturaleza, cada institución libra sus batallas para impulsar el cambio que buscamos como comunidad, en donde profundos problemas obstaculizan el desarrollo social.

Se abanderan valores tan importantes como la libertad de pensamiento, la inclusión, la democracia, el amor al conocimiento como motor de crecimiento y la búsqueda de respuestas que den solución a los complejos fenómenos sociales que aquejan a una sociedad resiliente y ávida de soluciones. No es entonces de extrañar que sean justamente las IES quienes cuestionen la realidad de forma crítica, escuchando a todas las voces y procurando desentrañar los acuerdos que puedan abrir el rumbo.

Hoy nuestro país vive momentos sin precedente, entre opiniones divididas -en principio todas merecedoras de respeto-. Ideologías por encima de la objetividad que debería prevalecer, polarización en lugar de empatía y conciliación. Basta, pues, opinar distinto para enfrentar una batalla campal entre defensores de la cuarta transformación y detractores. Los contrapesos tan necesarios se tratan de aniquilar.

Ante una situación en la que nuestro país debe tomar decisiones importantes, tanto como reformar nuestro régimen de gobierno, el panorama es de nula escucha y entendimiento. Me pregunto ¿En qué momento nuestro presidente se convirtió en la ley absoluta?

Aquí es donde entran las IES, buscando acuerdos dentro de una tempestad. A través de un creciente número de Rectoras, el diálogo y la sororidad tienen lugar para encontrar nuevas formas que permitan encontrar soluciones.

El “Tercer Encuentro de Rectoras y Ex-rectoras por la Igualdad. Construyendo Caminos de Paz” tuvo lugar en la Universidad del Claustro de Sor Juana. La primera edición fue organizada por la Universidad Autónoma de Querétaro, la segunda por el Colegio de México.

A través de escucha, diálogo e intercambios se trazan rutas para resolver problemas no exclusivos de las IES, pero que solo ellas pueden abordar sin recelos. Erradicar la violencia de género -y todos los tipos de violencia-, impulsar la igualdad y la inclusión, buscar mejores opciones para incrementar matrícula, defender los presupuestos, proponer alternativas, fomentar los acuerdos y estrategias conciliatorias, impulsar el sistema de cuidados y fortalecer la cultura de paz. Sobre todo, la última, como base de todo lo anterior, como fundamento indiscutible para armonizar estrategias de justicia e igualdad.

La Paz, no solo como ausencia de violencia, si no como presencia de acciones afirmativas. Eso incluye enfrentar los retos de hoy, no silenciarlos. Amerita poner el dedo en la llaga y abrir el debate plural. El primer paso para resolver cualquier problema es reconocerlo, el segundo es hablarlo.