PRISAS. En Colón no aprendieron la lección del silvestre ex alcalde Alejandro Ochoa, encarcelado por peculado a mitad de su segundo trienio, pues ahora el alcalde priista Manuel Montes anda desesperado por aprovechar el máximo la última quincena en el cargo para aprobar cambios de usos de suelo, tan chuecos y mal hechos que hasta su secretario del Ayuntamiento prefirió renunciar que prestarse en la transa, mientras que el de Desarrollo Sustentable se fue sin firmar los dictámenes.
GENEROSO. Aunque ya todos lo dejaron solo por su oscuro proceder, Montes ha autorizado descuentos a sus amigos en impuestos de traslado de dominio, a costa de los ingresos municipales, y tuvo que convocar él mismo para la última sesión de cabildo. Termina mal.
TRANSFORMER. Otro que termina mal y culpando a la prensa “amarillista” (¿les suena?) por señalar su intento (fallido) de imponer un contralor “carnal” que lo libre de acusaciones penales, es el alcalde Antonio Mejía Lira. El mismo que delegó 6 años el mando de Tequisquiapan a su hermana Norma para andar en fiestas, corridas de toros y viajes a CDMX, España y Estados Unidos con todo el clan “panchista” y que ahora tendrá que entregar el gobierno municipal, que tanto desdeñó, al morenista Héctor Magaña, que tanto minimizó.
