/ miércoles 19 de junio de 2024

Desde backstage | Defensa del consumidor en el escenario de los reembolsos


La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha dado un paso significativo en la defensa de los derechos de los consumidores al emitir una medida precautoria contra Ticketmaster. La plataforma de venta de boletos había implementado una controvertida cláusula de no reembolso en caso de cancelación de artistas en festivales, lo que provocó una fuerte reacción de los usuarios. Esta medida de Profeco no solo reafirma los derechos del consumidor, sino que también cuestiona las prácticas comerciales de una de las mayores empresas de venta de boletos en nuestro país.

El problema surgió cuando Ticketmaster decidió que no ofrecería reembolsos si un artista cancelaba su presentación en un festival, como el Vive Latino. Según Profeco, esta cláusula podría violar varios artículos de la Ley Federal de Protección al Consumidor. La ley establece claramente que los proveedores deben cumplir con los servicios ofrecidos al consumidor y, en caso de no hacerlo, deben reembolsar el costo del boleto y los cargos por servicio, además de una bonificación del 20%.

La Profeco ha dado a Ticketmaster un plazo de horas para suspender esta medida. De no hacerlo, la empresa enfrentará un procedimiento por infracciones a la ley. Esto subraya la responsabilidad de los proveedores de respetar los términos y condiciones originales bajo los cuales los consumidores adquieren sus servicios. Si un artista específico es parte del atractivo que motiva la compra del boleto, su ausencia justifica tal reembolso.

Esta acción de Profeco es una respuesta directa a las preocupaciones de los consumidores, muchos de los cuales especulaban que Ticketmaster podría promover festivales con artistas que no tenían la intención de presentarse, lo que sería un claro fraude. La cláusula de no reembolso parecía abrir la puerta a prácticas poco éticas, permitiendo a la empresa beneficiarse económicamente a expensas de los consumidores.

La defensa de los derechos del consumidor es fundamental en una economía justa y transparente. La música y los eventos en vivo son experiencias culturales importantes que deben ser accesibles y justas para todos. La medida de Profeco busca asegurar que los consumidores no sean explotados y que las empresas cumplan con sus obligaciones contractuales.

Este caso también destaca la importancia de la vigilancia y regulación gubernamental en la protección del consumidor. Sin medidas como esta, las empresas podrían adoptar prácticas abusivas que perjudicarían a los consumidores. La intervención de Profeco no solo protege a los consumidores de posibles fraudes, sino que también establece un precedente sobre las prácticas comerciales justas y éticas en la industria del entretenimiento.

Sin duda esta medida contra Ticketmaster es un recordatorio contundente de que los derechos del consumidor deben ser respetados. Los consumidores deben recibir los servicios por los que han pagado y tener la seguridad de que pueden obtener un reembolso en caso de incumplimiento. La música y los eventos en vivo deben ser una celebración de la cultura y el arte, no una oportunidad para la explotación comercial. Es crucial que tanto las autoridades como los consumidores se mantengan vigilantes y actúen contra cualquier práctica que viole estos principios.


  • @SoyMarioDuran


La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha dado un paso significativo en la defensa de los derechos de los consumidores al emitir una medida precautoria contra Ticketmaster. La plataforma de venta de boletos había implementado una controvertida cláusula de no reembolso en caso de cancelación de artistas en festivales, lo que provocó una fuerte reacción de los usuarios. Esta medida de Profeco no solo reafirma los derechos del consumidor, sino que también cuestiona las prácticas comerciales de una de las mayores empresas de venta de boletos en nuestro país.

El problema surgió cuando Ticketmaster decidió que no ofrecería reembolsos si un artista cancelaba su presentación en un festival, como el Vive Latino. Según Profeco, esta cláusula podría violar varios artículos de la Ley Federal de Protección al Consumidor. La ley establece claramente que los proveedores deben cumplir con los servicios ofrecidos al consumidor y, en caso de no hacerlo, deben reembolsar el costo del boleto y los cargos por servicio, además de una bonificación del 20%.

La Profeco ha dado a Ticketmaster un plazo de horas para suspender esta medida. De no hacerlo, la empresa enfrentará un procedimiento por infracciones a la ley. Esto subraya la responsabilidad de los proveedores de respetar los términos y condiciones originales bajo los cuales los consumidores adquieren sus servicios. Si un artista específico es parte del atractivo que motiva la compra del boleto, su ausencia justifica tal reembolso.

Esta acción de Profeco es una respuesta directa a las preocupaciones de los consumidores, muchos de los cuales especulaban que Ticketmaster podría promover festivales con artistas que no tenían la intención de presentarse, lo que sería un claro fraude. La cláusula de no reembolso parecía abrir la puerta a prácticas poco éticas, permitiendo a la empresa beneficiarse económicamente a expensas de los consumidores.

La defensa de los derechos del consumidor es fundamental en una economía justa y transparente. La música y los eventos en vivo son experiencias culturales importantes que deben ser accesibles y justas para todos. La medida de Profeco busca asegurar que los consumidores no sean explotados y que las empresas cumplan con sus obligaciones contractuales.

Este caso también destaca la importancia de la vigilancia y regulación gubernamental en la protección del consumidor. Sin medidas como esta, las empresas podrían adoptar prácticas abusivas que perjudicarían a los consumidores. La intervención de Profeco no solo protege a los consumidores de posibles fraudes, sino que también establece un precedente sobre las prácticas comerciales justas y éticas en la industria del entretenimiento.

Sin duda esta medida contra Ticketmaster es un recordatorio contundente de que los derechos del consumidor deben ser respetados. Los consumidores deben recibir los servicios por los que han pagado y tener la seguridad de que pueden obtener un reembolso en caso de incumplimiento. La música y los eventos en vivo deben ser una celebración de la cultura y el arte, no una oportunidad para la explotación comercial. Es crucial que tanto las autoridades como los consumidores se mantengan vigilantes y actúen contra cualquier práctica que viole estos principios.


  • @SoyMarioDuran