/ miércoles 7 de agosto de 2024

Desde backstage | La batalla del ritmo: discográficas vs IA


La industria musical está viviendo una nueva y feroz batalla, esta vez contra la inteligencia artificial (IA). Los tres gigantes de la música, Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music, han unido fuerzas para demandar a las startups de IA, Suno y Udio, por violación de derechos de autor. Estas empresas emergentes utilizan IA para crear canciones basadas en indicaciones de texto que dan los usuarios, lo que ha provocado un conflicto legal que podría cambiar el futuro de la industria músical.

Suno y Udio son pioneros en la creación de música generada por IA. Permiten a los usuarios generar canciones completas a partir de simples descripciones, como "una canción de pop sobre Querétaro". Suno, lanzada en diciembre de 2023, ha atraído atención con una reciente financiación de 125 millones de dólares. Udio, por su parte, cuenta con inversores de renombre como will.i.am y Common. Estas plataformas están siendo acusadas de entrenar sus modelos de IA utilizando música protegida por derechos de autor sin permiso.

Las discográficas afirman que Suno y Udio han copiado música de sus vastas bibliotecas para entrenar sus modelos de IA. Este proceso implica "copiar décadas de las grabaciones de sonido más populares del mundo" y utilizarlas para crear nuevas canciones que imitan grabaciones originales. Los abogados argumentan que esta práctica infringe los derechos de autor y causa un "daño duradero e irreparable" a la industria musical y discográfica.

Ambas startups defienden que su uso de música cae bajo la doctrina del "uso justo", una cláusula de los derechos de autor que permite utilizar material protegido sin permiso para fines como la investigación o la parodia. Sin embargo, las discográficas sostienen que la música generada por IA no puede considerarse "creatividad humana" y, por lo tanto, no está protegida por esta doctrina.

Las demandas buscan que Suno y Udio admitan que entrenaron sus modelos con música protegida, cesen esta práctica y paguen indemnizaciones que podrían alcanzar cifras astronómicas. Esta batalla legal es la mayor acción emprendida hasta ahora contra la música generada por IA y podría tener profundas implicaciones.

Por su parte la comunidad musical se encuentra completamente dividida. Mientras algunos ven la inteligencia artificial como una herramienta innovadora que puede abrir nuevas posibilidades creativas, otros la ven como una amenaza a la autenticidad y los derechos de los artistas. Mitch Glazier, presidente de la RIAA (Recording Industry Association of America), enfatiza que la lucha no es contra la IA en sí, sino contra el uso no autorizado de la música, enfatizando que la industria musical está abierta a colaborar con desarrolladores responsables para crear herramientas de IA que respeten los derechos de los artistas.

Sin duda la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la industria musical de múltiples maneras. Por un lado, puede democratizar la creación musical, permitiendo a personas sin formación generar canciones y experimentar con nuevos sonidos. Esto podría llevar a una explosión de creatividad y diversidad en la música que escuchamos.

Por otro lado, también puede desafiar la noción de autoría y propiedad intelectual. Si una máquina puede crear una canción que suena como una obra maestra de un artista consagrado, ¿quién posee los derechos de esa canción? ¿Es el programador de la IA, la empresa que la desarrolla, o nadie en absoluto? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles y están en el corazón del conflicto actual.

La batalla entre las discográficas y las startups de IA no es solo un conflicto legal, sino un símbolo de los desafíos que enfrenta la industria en esta era digital. La tecnología ha revolucionado la manera en que consumimos música, pero también ha planteado preguntas complejas sobre derechos de autor, creatividad y el futuro de la música como arte y negocio.

La música siempre ha sido un reflejo de los cambios sociales y tecnológicos, y la introducción de la IA es solo un capítulo en esta historia en evolución. Mientras buscamos un equilibrio entre proteger los derechos de los artistas y fomentar la innovación, es esencial que consideremos tanto los beneficios como los desafíos de esta nueva era.


  • @SoyMarioDuran


La industria musical está viviendo una nueva y feroz batalla, esta vez contra la inteligencia artificial (IA). Los tres gigantes de la música, Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music, han unido fuerzas para demandar a las startups de IA, Suno y Udio, por violación de derechos de autor. Estas empresas emergentes utilizan IA para crear canciones basadas en indicaciones de texto que dan los usuarios, lo que ha provocado un conflicto legal que podría cambiar el futuro de la industria músical.

Suno y Udio son pioneros en la creación de música generada por IA. Permiten a los usuarios generar canciones completas a partir de simples descripciones, como "una canción de pop sobre Querétaro". Suno, lanzada en diciembre de 2023, ha atraído atención con una reciente financiación de 125 millones de dólares. Udio, por su parte, cuenta con inversores de renombre como will.i.am y Common. Estas plataformas están siendo acusadas de entrenar sus modelos de IA utilizando música protegida por derechos de autor sin permiso.

Las discográficas afirman que Suno y Udio han copiado música de sus vastas bibliotecas para entrenar sus modelos de IA. Este proceso implica "copiar décadas de las grabaciones de sonido más populares del mundo" y utilizarlas para crear nuevas canciones que imitan grabaciones originales. Los abogados argumentan que esta práctica infringe los derechos de autor y causa un "daño duradero e irreparable" a la industria musical y discográfica.

Ambas startups defienden que su uso de música cae bajo la doctrina del "uso justo", una cláusula de los derechos de autor que permite utilizar material protegido sin permiso para fines como la investigación o la parodia. Sin embargo, las discográficas sostienen que la música generada por IA no puede considerarse "creatividad humana" y, por lo tanto, no está protegida por esta doctrina.

Las demandas buscan que Suno y Udio admitan que entrenaron sus modelos con música protegida, cesen esta práctica y paguen indemnizaciones que podrían alcanzar cifras astronómicas. Esta batalla legal es la mayor acción emprendida hasta ahora contra la música generada por IA y podría tener profundas implicaciones.

Por su parte la comunidad musical se encuentra completamente dividida. Mientras algunos ven la inteligencia artificial como una herramienta innovadora que puede abrir nuevas posibilidades creativas, otros la ven como una amenaza a la autenticidad y los derechos de los artistas. Mitch Glazier, presidente de la RIAA (Recording Industry Association of America), enfatiza que la lucha no es contra la IA en sí, sino contra el uso no autorizado de la música, enfatizando que la industria musical está abierta a colaborar con desarrolladores responsables para crear herramientas de IA que respeten los derechos de los artistas.

Sin duda la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la industria musical de múltiples maneras. Por un lado, puede democratizar la creación musical, permitiendo a personas sin formación generar canciones y experimentar con nuevos sonidos. Esto podría llevar a una explosión de creatividad y diversidad en la música que escuchamos.

Por otro lado, también puede desafiar la noción de autoría y propiedad intelectual. Si una máquina puede crear una canción que suena como una obra maestra de un artista consagrado, ¿quién posee los derechos de esa canción? ¿Es el programador de la IA, la empresa que la desarrolla, o nadie en absoluto? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles y están en el corazón del conflicto actual.

La batalla entre las discográficas y las startups de IA no es solo un conflicto legal, sino un símbolo de los desafíos que enfrenta la industria en esta era digital. La tecnología ha revolucionado la manera en que consumimos música, pero también ha planteado preguntas complejas sobre derechos de autor, creatividad y el futuro de la música como arte y negocio.

La música siempre ha sido un reflejo de los cambios sociales y tecnológicos, y la introducción de la IA es solo un capítulo en esta historia en evolución. Mientras buscamos un equilibrio entre proteger los derechos de los artistas y fomentar la innovación, es esencial que consideremos tanto los beneficios como los desafíos de esta nueva era.


  • @SoyMarioDuran