/ jueves 17 de octubre de 2024

Diversidades / Tren CDMX–Querétaro y el futuro de Querétaro y San Juan del Río

Hola queridas lectoras y lectores de esta columna Diversidades. Como sabemos, la primera visita de la Presidenta Claudia Sheinbaum a Querétaro fue el domingo 13 de octubre y tuvo dos objetivos principales: definición de los proyectos prioritarios para el estado de Querétaro con el equipo del gobernador Mauricio Kuri y el anuncio del arranque de los trabajos preliminares para la construcción del tren de pasajeros CDMX – Querétaro.

Los proyectos que se definieron como altamente prioritarios para el estado de Querétaro fueron dos: el proyecto de reciclaje y abastecimiento de agua para la zona metropolitana de Querétaro (ZMQ) “Batán agua para todos” y un proyecto de inversión para la trasmisión eléctrica y así eliminar el cuello de botella para atraer nuevos proyectos de inversión al estado.

Sin embargo, el gran anuncio fue sin duda el dar inicio a los trabajos del proyecto para la construcción del tren de pasajeros que conectará a la CDMX con San Juan del Río (SJR) y la capital queretana y que se planea iniciar su construcción en abril de 2025 y se estima que comenzará a operar en el primer trimestre de 2029. Sin duda la realización de este gran proyecto, tantas veces frustrado en anteriores administraciones federales es una gran noticia para Querétaro y marcará un antes y un después en la conectividad en el centro del país, ya que el tren reducirá el trayecto CDMX – Querétaro en un 40%, con un estimado de trayecto de una hora con cuarenta minutos.

Las consecuencias de esta modernización en el transporte público en las dos principales ciudades del estado de Querétaro, seguramente tendrá un gran impacto en su crecimiento poblacional, con las tensiones que implican los “dolores de crecimiento” en cuanto a seguridad, servicios públicos municipales y movilidad sostenible. Es allí donde el gobierno estatal tendrá que tomar grandes decisiones, para acomodar la segunda ola de crecimiento poblacional que se espera producto del tren, con una visión de desarrollo sostenible, equitativo y ordenado, para que SJR y la ZMQ, no terminen siendo dos enormes manchas urbanas sin planeación y que genere como consecuencia una reducción significativa en la calidad de vida de las personas que habitamos ambas ciudades.

El tiempo corre sin parar y desgraciadamente el modelo de crecimiento urbano depredador todavía no se detiene, poniendo en peligro las áreas naturales protegidas donde se recargan los mantos freáticos con el agua de lluvia y comprometiendo el futuro sostenible de la ZMQ y SJR. Recordemos que el Plan Q-500, que alguna vez se trabajó con la ONU y que precisamente ordenaba el crecimiento de la ZMQ con una visión a 2031, fecha en que se conmemorarán los quinientos años de la fundación de Querétaro capital, no se implementó.

Esperemos que el compromiso anunciado por los tres alcaldes de Querétaro, Corregidora y el Marqués de trabajar en una agenda metropolitana para dar solución a temas que rebasan los límites municipales pueda ahora cristalizarse. Además, una ventaja de Querétaro es que tiene organizaciones de la sociedad civil serias y propositivas, como la Coalición QM21, el Observatorio Ciudadano de Movilidad, la Confederación Queretana de Organizaciones Sociales (CÍVICA), entre muchas otras; además de los colegios de arquitectos e ingenieros e importantes universidades, que estamos dispuestos a sentarnos a la mesa de co-gobernanza y contribuir con nuestro conocimiento y experiencia para la toma de decisiones en asuntos, que nos afectan. Es tiempo de que las cuatro hélices del dron del desarrollo sostenible nos sentemos a escucharnos y juntas y juntos tomemos decisiones con el mayor consenso posible, poniendo el bien común y el bienestar de nuestras poblaciones por delante.

¿Quién de los tres niveles de gobierno involucrados dará el primer paso para convocarnos?


*Vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico

Hola queridas lectoras y lectores de esta columna Diversidades. Como sabemos, la primera visita de la Presidenta Claudia Sheinbaum a Querétaro fue el domingo 13 de octubre y tuvo dos objetivos principales: definición de los proyectos prioritarios para el estado de Querétaro con el equipo del gobernador Mauricio Kuri y el anuncio del arranque de los trabajos preliminares para la construcción del tren de pasajeros CDMX – Querétaro.

Los proyectos que se definieron como altamente prioritarios para el estado de Querétaro fueron dos: el proyecto de reciclaje y abastecimiento de agua para la zona metropolitana de Querétaro (ZMQ) “Batán agua para todos” y un proyecto de inversión para la trasmisión eléctrica y así eliminar el cuello de botella para atraer nuevos proyectos de inversión al estado.

Sin embargo, el gran anuncio fue sin duda el dar inicio a los trabajos del proyecto para la construcción del tren de pasajeros que conectará a la CDMX con San Juan del Río (SJR) y la capital queretana y que se planea iniciar su construcción en abril de 2025 y se estima que comenzará a operar en el primer trimestre de 2029. Sin duda la realización de este gran proyecto, tantas veces frustrado en anteriores administraciones federales es una gran noticia para Querétaro y marcará un antes y un después en la conectividad en el centro del país, ya que el tren reducirá el trayecto CDMX – Querétaro en un 40%, con un estimado de trayecto de una hora con cuarenta minutos.

Las consecuencias de esta modernización en el transporte público en las dos principales ciudades del estado de Querétaro, seguramente tendrá un gran impacto en su crecimiento poblacional, con las tensiones que implican los “dolores de crecimiento” en cuanto a seguridad, servicios públicos municipales y movilidad sostenible. Es allí donde el gobierno estatal tendrá que tomar grandes decisiones, para acomodar la segunda ola de crecimiento poblacional que se espera producto del tren, con una visión de desarrollo sostenible, equitativo y ordenado, para que SJR y la ZMQ, no terminen siendo dos enormes manchas urbanas sin planeación y que genere como consecuencia una reducción significativa en la calidad de vida de las personas que habitamos ambas ciudades.

El tiempo corre sin parar y desgraciadamente el modelo de crecimiento urbano depredador todavía no se detiene, poniendo en peligro las áreas naturales protegidas donde se recargan los mantos freáticos con el agua de lluvia y comprometiendo el futuro sostenible de la ZMQ y SJR. Recordemos que el Plan Q-500, que alguna vez se trabajó con la ONU y que precisamente ordenaba el crecimiento de la ZMQ con una visión a 2031, fecha en que se conmemorarán los quinientos años de la fundación de Querétaro capital, no se implementó.

Esperemos que el compromiso anunciado por los tres alcaldes de Querétaro, Corregidora y el Marqués de trabajar en una agenda metropolitana para dar solución a temas que rebasan los límites municipales pueda ahora cristalizarse. Además, una ventaja de Querétaro es que tiene organizaciones de la sociedad civil serias y propositivas, como la Coalición QM21, el Observatorio Ciudadano de Movilidad, la Confederación Queretana de Organizaciones Sociales (CÍVICA), entre muchas otras; además de los colegios de arquitectos e ingenieros e importantes universidades, que estamos dispuestos a sentarnos a la mesa de co-gobernanza y contribuir con nuestro conocimiento y experiencia para la toma de decisiones en asuntos, que nos afectan. Es tiempo de que las cuatro hélices del dron del desarrollo sostenible nos sentemos a escucharnos y juntas y juntos tomemos decisiones con el mayor consenso posible, poniendo el bien común y el bienestar de nuestras poblaciones por delante.

¿Quién de los tres niveles de gobierno involucrados dará el primer paso para convocarnos?


*Vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico