/ domingo 8 de septiembre de 2024

El cronista sanjuanense / Virgilio Higuera Vega

El bien recordado doctor Virgilio nació el 10 de agosto de 1924 en la Ciudad de México, hijo de Aurelio Higuera de nacionalidad española y de Guadalupe Vega Ramírez oriunda de Santiago de Querétaro; fue el tercero de cuatro hijos. El padre trabajaba como administrador de la hacienda Santa Mónica, actual zona de Ciudad Satélite, pero cuando Virgilio tenía dos años de edad, se trasladaron a Pedro Escobedo en Querétaro, gracias a un premio en la Lotería Nacional que obtuvo su padre y con el que compró un rancho. Tiempo después decidieron radicar en la ciudad de San Juan del Río, por contar con más servicios, pero no dejó el rancho, al cual viajaba diariamente montado en su caballo para trabajar sus tierras. La familia Higuera Vega vivió por mucho tiempo en el número 19 de la antigua calle Iturbide, actual 16 de Septiembre.

Virgilio realizó sus primeros estudios en San Juan del Río. A los trece años de su edad se trasladó a la capital del país para hacer sus estudios de segundaria, posteriormente en la Escuela Normal Preparatoria y finalmente ingresó a la Universidad Autónoma de México, donde obtuvo el título de médico cirujano. Desde que Virgilio era muy pequeño, su hermano Waldo sembró el él la idea de lo que de­bería estudiar cuando creciera: medicina, y efectivamente, acogió la profesión con entusiasmo.

Ya titulado tuvo la ilusión de irse a trabajar al norte del país, no obstan­te, su padre sufrió una embolia y regresó a San Juan del Río para cuidarlo. En ese entonces estaba a cargo de salubridad el Dr. Enrique Rojas López, quien le ofreció trabajo en Salubridad. Virgilio aceptó el empleo y, a la par, instaló su primer con­sultorio en la casa de sus padres, ubicada en la esquina de las calles 16 de Septiembre y 27 de Septiembre. Por otro lado, se desempeñó también en el hospital de San Juan de Dios, que era sostenido por un patronato, por lo que no tenía sueldo sino un apoyo económico simbólico.

En 1956, Virgilio Higuera Vega casó con Magdalena Coéllar Macotela, con la que tuvo tres hijas, Paulina, Raquel y Lourdes. Continuó con su consultorio, siempre con la intensión de ayudar a la gente. Platicó con el párro­co Manuel Pérez Esquivel a quien propuso formar el dispensario parroquial, el cual se instauró y era atendido por el Dr. Higuera y la enfermera Lucha Cervantes, después por la enfermera Angelita Olvera. Era gratuito, para la gente más necesitada.

En el año de 1963 el señor Refugio de Alba le propuso congregar a un grupo de personas para traer a la ciudad un colegio de calidad, pusieron su mira en el Colegio La Salle. Viendo la deficiencia educativa que imperaba en la ciudad, se dio a la tarea juntando a seis socios: el mismo Refugio de Alba, José Ugalde, Enrique Rojas López, Restituto Rodríguez Camacho y Joaquín Valenzuela, quienes compraron un terreno donde se instalaría la escuela.

El Dr. Virgilio no descuidaba el dispensario, ni su consultorio y fungía también como médico de ferrocarriles, cuando el presidente municipal Manuel Suarez Muñoz (1964-1967) le propuso formar una preparatoria para San Juan del Río, planteamiento que hizo suyo. Así como con La Salle, fue uno de los fundadores de la preparatoria San Juan, en la que impartió la materia de Biología junto con sus grandes amigos, el Dr. Enrique Rojas que impartía Anatomía, el padre xaveriano Lino Sgarbossa daba Filosofía, entre otros. No percibían salario, era puro interés en apoyar la superación de la juventud sanjuanense.

En 1974 renuncia a la preparatoria y decide dedicarse de forma exclusiva a su consulto­rio. En 1975 quedó viudo y contrajo segundas nupcias con doña Elisa Guadalupe Coéllar Macotela, quien lo acompañó el resto de su vida.

El Dr. Higuera también incursionó en la política local. Fue regidor en el Honorable Ayuntamiento 1982-1985, presidido por el Ing. Leopoldo Peralta Navarrete.

Platicar con el Dr. Virgilio era un deleite porque siempre se refería al pasado de San Juan del Río con añoranza. Hablaba de sus paseos por el río, de cristalinas aguas en las que nadaba y pescaba. Recordaba el abastecimiento en el mercado que estaba en la Plaza Independencia; mencionaba con lucidez a los antiguos curanderos y boticarios que la hacían de médicos en la ciudad, entre los que estaban Tomas Helgueros, Jesús Badillo, Cándido Pérez, Ernesto Callejas y Reynaldo Peña.

Siguió trabajando hasta un día antes de su muerte, acaecida el jueves 18 de febrero de 2016, debido a una complicación en la intervención de una cirugía de vesícula biliar. El Dr. Virgilio Higuera Vega es bien recordado entre los sanjuanenses gracias a su labor como médico y a su interés por apoyar la educación de las infancias y juventudes.

Síganme en Facebook: @CronistaSanJuandelRío

El bien recordado doctor Virgilio nació el 10 de agosto de 1924 en la Ciudad de México, hijo de Aurelio Higuera de nacionalidad española y de Guadalupe Vega Ramírez oriunda de Santiago de Querétaro; fue el tercero de cuatro hijos. El padre trabajaba como administrador de la hacienda Santa Mónica, actual zona de Ciudad Satélite, pero cuando Virgilio tenía dos años de edad, se trasladaron a Pedro Escobedo en Querétaro, gracias a un premio en la Lotería Nacional que obtuvo su padre y con el que compró un rancho. Tiempo después decidieron radicar en la ciudad de San Juan del Río, por contar con más servicios, pero no dejó el rancho, al cual viajaba diariamente montado en su caballo para trabajar sus tierras. La familia Higuera Vega vivió por mucho tiempo en el número 19 de la antigua calle Iturbide, actual 16 de Septiembre.

Virgilio realizó sus primeros estudios en San Juan del Río. A los trece años de su edad se trasladó a la capital del país para hacer sus estudios de segundaria, posteriormente en la Escuela Normal Preparatoria y finalmente ingresó a la Universidad Autónoma de México, donde obtuvo el título de médico cirujano. Desde que Virgilio era muy pequeño, su hermano Waldo sembró el él la idea de lo que de­bería estudiar cuando creciera: medicina, y efectivamente, acogió la profesión con entusiasmo.

Ya titulado tuvo la ilusión de irse a trabajar al norte del país, no obstan­te, su padre sufrió una embolia y regresó a San Juan del Río para cuidarlo. En ese entonces estaba a cargo de salubridad el Dr. Enrique Rojas López, quien le ofreció trabajo en Salubridad. Virgilio aceptó el empleo y, a la par, instaló su primer con­sultorio en la casa de sus padres, ubicada en la esquina de las calles 16 de Septiembre y 27 de Septiembre. Por otro lado, se desempeñó también en el hospital de San Juan de Dios, que era sostenido por un patronato, por lo que no tenía sueldo sino un apoyo económico simbólico.

En 1956, Virgilio Higuera Vega casó con Magdalena Coéllar Macotela, con la que tuvo tres hijas, Paulina, Raquel y Lourdes. Continuó con su consultorio, siempre con la intensión de ayudar a la gente. Platicó con el párro­co Manuel Pérez Esquivel a quien propuso formar el dispensario parroquial, el cual se instauró y era atendido por el Dr. Higuera y la enfermera Lucha Cervantes, después por la enfermera Angelita Olvera. Era gratuito, para la gente más necesitada.

En el año de 1963 el señor Refugio de Alba le propuso congregar a un grupo de personas para traer a la ciudad un colegio de calidad, pusieron su mira en el Colegio La Salle. Viendo la deficiencia educativa que imperaba en la ciudad, se dio a la tarea juntando a seis socios: el mismo Refugio de Alba, José Ugalde, Enrique Rojas López, Restituto Rodríguez Camacho y Joaquín Valenzuela, quienes compraron un terreno donde se instalaría la escuela.

El Dr. Virgilio no descuidaba el dispensario, ni su consultorio y fungía también como médico de ferrocarriles, cuando el presidente municipal Manuel Suarez Muñoz (1964-1967) le propuso formar una preparatoria para San Juan del Río, planteamiento que hizo suyo. Así como con La Salle, fue uno de los fundadores de la preparatoria San Juan, en la que impartió la materia de Biología junto con sus grandes amigos, el Dr. Enrique Rojas que impartía Anatomía, el padre xaveriano Lino Sgarbossa daba Filosofía, entre otros. No percibían salario, era puro interés en apoyar la superación de la juventud sanjuanense.

En 1974 renuncia a la preparatoria y decide dedicarse de forma exclusiva a su consulto­rio. En 1975 quedó viudo y contrajo segundas nupcias con doña Elisa Guadalupe Coéllar Macotela, quien lo acompañó el resto de su vida.

El Dr. Higuera también incursionó en la política local. Fue regidor en el Honorable Ayuntamiento 1982-1985, presidido por el Ing. Leopoldo Peralta Navarrete.

Platicar con el Dr. Virgilio era un deleite porque siempre se refería al pasado de San Juan del Río con añoranza. Hablaba de sus paseos por el río, de cristalinas aguas en las que nadaba y pescaba. Recordaba el abastecimiento en el mercado que estaba en la Plaza Independencia; mencionaba con lucidez a los antiguos curanderos y boticarios que la hacían de médicos en la ciudad, entre los que estaban Tomas Helgueros, Jesús Badillo, Cándido Pérez, Ernesto Callejas y Reynaldo Peña.

Siguió trabajando hasta un día antes de su muerte, acaecida el jueves 18 de febrero de 2016, debido a una complicación en la intervención de una cirugía de vesícula biliar. El Dr. Virgilio Higuera Vega es bien recordado entre los sanjuanenses gracias a su labor como médico y a su interés por apoyar la educación de las infancias y juventudes.

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