/ lunes 26 de febrero de 2018

El maguey

por Elizabeth Mejía Pérez Campos

 

 

En nuestro paisaje rural estamos acostumbrado a ver plantas de diversos tipos, y una de ellas son los magueyes. Estas plantas pertenecen a la familia de los agaves, de los cuales se conocen muchas especies, desde el agave tequileros, hasta los agaves de donde se estaré el pulque o agave americano.

El agave pulquero, también conocido como Maguey Manso, es una planta en que no se desperdicia nada, la fruta es comestible, de su centro emana salvia o aguamiel que sirve para obtener después del proceso de fermentación.

Además de sus hojas se pueden extraer fibras para tener cuerdas, cestas e incluso ropa. Hasta hace unos 30 años en el Valle del Mezquital en Hidalgo las hojas o pencas podían servir para hacer viviendas rústicas y por supuesto las hojas sirven de base para hacer barbacoa. En la comunidad de Orizabita, Hidalgo, al norte del Valle del Mezquital conocímos a unas dos familias que fabricaban ayates, esto es lienzos burdos para cargar con mecapal, o se colocaban a los burros para cargar. Lamentablemente dejaron de fabricarse porque comprar costales de plástico era más barato.

Para hacer la ropa, una mujer nos mostró cómo  se suaviza la fibra hirviendo la penca y nos permite una tela suave para hacer ropa. De hecho, en algunos lugares arqueológicos se han recuperado algunos fragmentos de tela de maguey.

Pero el uso más importante del maguey para los antiguos habitantes fue como fuente de abasto del pulque y es conocido desde por lo menos 200 después de Cristo.

Para explicar todo esto dice una leyenda antigua que al inicio de los tiempos los dioses entregaron a los hombre toda clase de plantas, y en particular el maguey el mismo Tezcatlipoca junto con Ehécatl- Quetzalcóatl (El Señor de los vientos y Serpiente Emplumada), visitan al inframundo y ven a Mayahuel (Fuente Sagrada), una hermosa e inteligente diosa agrícola llamada Mayahuel, la buscan y la hallan dormida, la consultan porque los hombres estaban muy tristes y ella ofrece ayudarles. Mayahuel era además, parte de un selecto grupo de vírgenes custodiadas por la abuela Tzitzímitl, (Demonio celestial de la Oscuridad que intenta impedir que salga el sol), quien tenía prohibido a ella y sus hermanas salir sin su permiso, a riesgo de perder la vida como castigo al desobedecerla.

Justos se escabullen, y ya en la tierra los dioses la transforman en el maguey, entonces Mayáhuel era una penca. Cuando la abuela se da cuenta que es una planta, monta en ira y despedaza la planta. Entonces el dios Quetzalcóatl afligido, recogió los restos de la joven virgen y los enterró en los campos cercanos. De ellos, brotó con el tiempo, una hermosa planta de grandes y puntiagudas hojas: el Metl o maguey, de la cual, al rasparse su tronco fluye un dulce líquido el cual al fermentarse se convierte en octli (pulque), del que hablaremos otro día.

toluquilla2000@yahoo.com.mx

por Elizabeth Mejía Pérez Campos

 

 

En nuestro paisaje rural estamos acostumbrado a ver plantas de diversos tipos, y una de ellas son los magueyes. Estas plantas pertenecen a la familia de los agaves, de los cuales se conocen muchas especies, desde el agave tequileros, hasta los agaves de donde se estaré el pulque o agave americano.

El agave pulquero, también conocido como Maguey Manso, es una planta en que no se desperdicia nada, la fruta es comestible, de su centro emana salvia o aguamiel que sirve para obtener después del proceso de fermentación.

Además de sus hojas se pueden extraer fibras para tener cuerdas, cestas e incluso ropa. Hasta hace unos 30 años en el Valle del Mezquital en Hidalgo las hojas o pencas podían servir para hacer viviendas rústicas y por supuesto las hojas sirven de base para hacer barbacoa. En la comunidad de Orizabita, Hidalgo, al norte del Valle del Mezquital conocímos a unas dos familias que fabricaban ayates, esto es lienzos burdos para cargar con mecapal, o se colocaban a los burros para cargar. Lamentablemente dejaron de fabricarse porque comprar costales de plástico era más barato.

Para hacer la ropa, una mujer nos mostró cómo  se suaviza la fibra hirviendo la penca y nos permite una tela suave para hacer ropa. De hecho, en algunos lugares arqueológicos se han recuperado algunos fragmentos de tela de maguey.

Pero el uso más importante del maguey para los antiguos habitantes fue como fuente de abasto del pulque y es conocido desde por lo menos 200 después de Cristo.

Para explicar todo esto dice una leyenda antigua que al inicio de los tiempos los dioses entregaron a los hombre toda clase de plantas, y en particular el maguey el mismo Tezcatlipoca junto con Ehécatl- Quetzalcóatl (El Señor de los vientos y Serpiente Emplumada), visitan al inframundo y ven a Mayahuel (Fuente Sagrada), una hermosa e inteligente diosa agrícola llamada Mayahuel, la buscan y la hallan dormida, la consultan porque los hombres estaban muy tristes y ella ofrece ayudarles. Mayahuel era además, parte de un selecto grupo de vírgenes custodiadas por la abuela Tzitzímitl, (Demonio celestial de la Oscuridad que intenta impedir que salga el sol), quien tenía prohibido a ella y sus hermanas salir sin su permiso, a riesgo de perder la vida como castigo al desobedecerla.

Justos se escabullen, y ya en la tierra los dioses la transforman en el maguey, entonces Mayáhuel era una penca. Cuando la abuela se da cuenta que es una planta, monta en ira y despedaza la planta. Entonces el dios Quetzalcóatl afligido, recogió los restos de la joven virgen y los enterró en los campos cercanos. De ellos, brotó con el tiempo, una hermosa planta de grandes y puntiagudas hojas: el Metl o maguey, de la cual, al rasparse su tronco fluye un dulce líquido el cual al fermentarse se convierte en octli (pulque), del que hablaremos otro día.

toluquilla2000@yahoo.com.mx

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