Para darnos una idea del problema que enfrentamos en las disputas de grupos criminales y lo poco que se hace para dar certeza y justicia en estos temas de índole de seguridad nacional y que deben ser atendidos por la federación, le voy a contar nuevamente una historia que hoy permanece impune.
El 13 de agosto de 2020 marcó un día de luto y reflexión para el país; José Guadalupe Pacheco, un exmilitar de 49 años con un historial impecable de servicio a la nación, fue emboscado y asesinado cerca de Cazadero, en San Juan del Río, Querétaro. Este ataque, aparentemente orquestado por un grupo de huachicoleros, no solo le arrebató la vida a un hombre íntegro, sino que puso en evidencia las sombrías realidades que enfrentan quienes deciden mantenerse firmes frente al crimen organizado.
Desde los 17 años, Pacheco dedicó su vida a proteger y servir; ingresó al Heroico Colegio Militar y, durante más de dos décadas, desempeñó diversas funciones en el Ejército, llegando a ser Comandante en la extinta Procuraduría General de la República (PGR). Fue parte de los primeros grupos formados tras los convenios entre la PGR y el Ejército; su paso por Petróleos Mexicanos (Pemex), donde trabajó ocho años, también fue un reflejo de su compromiso con los valores de servicio.
El asesinato de José Guadalupe y tres de sus compañeros es un recordatorio de la crueldad con la que operan los grupos criminales en México, pero también de la deuda que el Estado tiene con sus servidores públicos. ¿Cuánto cuesta defender la ley y el orden en un país donde el crimen organizado sigue ampliando sus redes de influencia? Para hombres como José Guadalupe, el costo fue su vida.
El 13 de agosto se cumplieron cuatro años desde la trágica muerte de un hombre honorable, un mexicano que dedicó su vida al servicio de su país desde los 17 años, cuando ingresó al Heroico Colegio Militar. Cuatro años desde que su vida fue brutalmente arrebatada en un acto de violencia que dejó no solo una familia rota, sino también profundas preguntas sin respuesta y un amargo sabor de impunidad.
El desinterés institucional hiere doblemente a su familia, que no solo ha perdido a un ser querido, sino que también enfrenta la indiferencia de las autoridades encargadas de garantizar justicia.
Querétaro como todo México, está en medio de la disputa de los grupos delincuenciales que disfrutan del desinterés por una solución de raíz al problema.
DE REBOTE
Asegura el Fiscal General del Estado, que ya hay elementos para identificar a los agresores de Los Cantaritos y que pronto habrá resultados de la investigación y eso es algo que esperamos los queretanos que seguimos sorprendidos con tristeza de los alcances de los delincuentes.
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