/ sábado 12 de octubre de 2024

Expediente Q / Violencia

La violencia y muerte está presente en México, de norte a sur y de este a oeste. Los recientes asesinatos en plazas comerciales de Centro Sur y Juriquilla, Querétaro, y las ejecuciones en El Marqués y Santa Rosa Jáuregui han vuelto a poner sobre la mesa el innegable hecho de que la violencia no reconoce fronteras estatales.

El vínculo de estos crímenes con hechos sucedidos en Guanajuato revela cómo la inseguridad en México ha trascendido las barreras locales, afectando a estados que hasta hace poco eran considerados relativamente tranquilos.

Según las primeras investigaciones de la Fiscalía General, estos homicidios están relacionados con incidentes ocurridos en Villagrán y Celaya, municipios conocidos por la influencia del crimen organizado en Guanajuato.

Querétaro ha sido históricamente un estado con bajos índices de violencia; lo dicen las cifras oficiales de homicidios dolosos; pero los hechos delictivos recientes de alto impacto, especialmente el asesinato de nueve personas en distintos puntos de la zona metropolitana, refleja una tendencia preocupante.

Aunque el estado se mantenga entre los tres con menos homicidios a nivel nacional, la percepción de seguridad se ve cada vez más comprometida.

La violencia en México está interconectada, organizaciones criminales, como es el caso en Guanajuato, tienen redes que alcanzan otras regiones, provocando efectos colaterales en estados como Querétaro.

El aumento en los asesinatos violentos durante el fin de semana más sangriento del año, con más de 100 homicidios dolosos diarios en todo el país, es un recordatorio de que la crisis de seguridad es nacional y no está confinada a unos pocos estados.

Las autoridades locales y estatales deben trabajar de manera coordinada, no solo dentro de sus territorios, sino también con gobiernos vecinos.

Es evidente que el desafío es monumental, pero no podemos permitir que Querétaro pierda la tranquilidad que ha caracterizado a su sociedad.

DE REBOTE

Hay vientos de diálogo en la Legislatura, parece que el diálogo se avecina y que los pleitos se acabarán. Al tiempo



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El vínculo de estos crímenes con hechos sucedidos en Guanajuato revela cómo la inseguridad en México ha trascendido las barreras locales, afectando a estados que hasta hace poco eran considerados relativamente tranquilos.

Según las primeras investigaciones de la Fiscalía General, estos homicidios están relacionados con incidentes ocurridos en Villagrán y Celaya, municipios conocidos por la influencia del crimen organizado en Guanajuato.

Querétaro ha sido históricamente un estado con bajos índices de violencia; lo dicen las cifras oficiales de homicidios dolosos; pero los hechos delictivos recientes de alto impacto, especialmente el asesinato de nueve personas en distintos puntos de la zona metropolitana, refleja una tendencia preocupante.

Aunque el estado se mantenga entre los tres con menos homicidios a nivel nacional, la percepción de seguridad se ve cada vez más comprometida.

La violencia en México está interconectada, organizaciones criminales, como es el caso en Guanajuato, tienen redes que alcanzan otras regiones, provocando efectos colaterales en estados como Querétaro.

El aumento en los asesinatos violentos durante el fin de semana más sangriento del año, con más de 100 homicidios dolosos diarios en todo el país, es un recordatorio de que la crisis de seguridad es nacional y no está confinada a unos pocos estados.

Las autoridades locales y estatales deben trabajar de manera coordinada, no solo dentro de sus territorios, sino también con gobiernos vecinos.

Es evidente que el desafío es monumental, pero no podemos permitir que Querétaro pierda la tranquilidad que ha caracterizado a su sociedad.

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