Claudia Sheinbaum está a punto de iniciar su mandato, y con ello enfrenta una serie de retos que marcarán el rumbo de su administración. A pesar de ser la primera mujer en alcanzar la presidencia en México, su gobierno no estará exento de desafíos profundos que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo, negociación y manejo político en un contexto complejo.
Gobernabilidad y cohesión política
Uno de los principales desafíos de Sheinbaum será lograr la cohesión política dentro de su propio partido, Morena, y con sus aliados. Si bien el partido ha mostrado una gran fuerza en las urnas, la diversidad de facciones y corrientes internas puede crear tensiones que dificulten la toma de decisiones. Además, deberá lidiar con una oposición fortalecida en algunas regiones clave del país, como el norte y el bajío, donde los partidos tradicionales tienen presencia importante.
Economía
Sheinbaum tendrá que encarar una economía en recuperación, con sectores como el turismo, la manufactura y los servicios aún debilitados. A esto se suma el reto de controlar la inflación, mejorar la distribución del ingreso y generar empleos de calidad en un contexto global incierto. Su gobierno deberá adoptar políticas económicas que promuevan el crecimiento inclusivo, sin descuidar el compromiso de Morena con el bienestar social.
Seguridad pública
El combate a la inseguridad es, sin duda, uno de los temas que más preocupan a la ciudadanía. Aunque Sheinbaum ya tiene experiencia enfrentando este reto como jefa de gobierno de la Ciudad de México, la complejidad a nivel nacional es mucho mayor. Deberá fortalecer las capacidades de la Guardia Nacional, colaborar con los gobiernos estatales y municipales, y enfrentar de manera más eficaz a los cárteles de la droga, cuya influencia sigue generando violencia en diversas regiones del país.
Medio ambiente y cambio climático
Sheinbaum, con un perfil académico y profesional ligado al ambientalismo, ha prometido acciones contundentes en este ámbito. Sin embargo, enfrentará la presión de sectores industriales y energéticos que ven en las políticas ambientales un freno al crecimiento económico. Implementar una agenda ecológica ambiciosa, que abarque energías limpias, protección de áreas naturales y combate al cambio climático, requerirá negociación y un balance entre el desarrollo económico y la sostenibilidad.
Relaciones exteriores y diplomacia
El contexto internacional también demandará atención inmediata. Las relaciones con Estados Unidos, en especial en temas como el comercio, la migración y la seguridad, seguirán siendo un eje central de la política exterior. Además, Sheinbaum deberá posicionar a México en un entorno global cambiante, donde las tensiones geopolíticas y los retos ambientales requieren de una diplomacia proactiva.