Este año, el Querétaro Maratón no fue simplemente una competencia, se sintió como un vuelo colectivo, una sinfonía de esfuerzo, energía y pasión que unió a miles de personas. Desde los primeros rayos del sol, la ciudad vibró con una energía inusual y no era solo por el ruido de las zapatillas golpeando el asfalto, era el espíritu queretano que en lugar de correr, volaba.
El concepto de “Querétaro no corre, vuela” describe a la perfección lo que hemos vivido en esta edición. Más de 30 mil almas llenaron las calles, cada uno con su propia historia y motivación, pero todos con un mismo objetivo: superarse y compartir el orgullo de pertenecer a una comunidad que no se detiene.
En Querétaro, correr no es solo avanzar, es trascender. Es conectar con el paisaje urbano, con la historia que respiran nuestras calles y con los retos que hemos superado como ciudad.
Los ganadores - que son todos los participantes- no solo cruzaron la meta, volaron hacia ella con la convicción de que el deporte es más que competir; es un viaje personal, un desafío que transforma vidas.
Y no fueron los únicos héroes del día. Familias enteras se alinearon para animar, amigos y compañeros de trabajo se dieron cita para apoyar lo que demostró que Querétaro sabe cómo hacer de este maratón una experiencia inolvidable.
La fuerza de este evento no radica solo en los tiempos o las medallas. Radica en cómo inspira a quienes ven el maratón desde la barrera, en cómo invita a más personas a calzarse los tenis y a volar, cada uno a su ritmo, pero todos bajo el mismo cielo queretano.
En cada edición, el Querétaro Maratón nos recuerda algo esencial: que somos una ciudad de alturas, de sueños compartidos y de desafíos superados. Y en este vuelo colectivo, Querétaro no corre, vuela.
Pero lo mejor está por venir. El domingo 5 de octubre de 2025, Querétaro celebrará la 15ª edición de su maratón, un hito que promete ser histórico.