Por Emmanuel Hernández
El 26 de junio, Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, es una fecha que invita a una reflexión profunda sobre la crisis de las drogas en México y en el mundo. Entre 2017 y 2022, el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis y otros estimulantes en México creció un alarmante 218%. En 2022, estas sustancias representan el 46.2% de la demanda de tratamiento, superando incluso al alcohol (24.6%) y la marihuana o cannabis (13.3%).
A nivel global, el Informe Mundial sobre las Drogas 2023 revela cifras inquietantes: 296 millones de personas consumieron algún tipo de droga, y 39.5 millones desarrollaron trastornos relacionados. Particularmente preocupante es el aumento del 50% en la proporción de mujeres usuarias de drogas, subrayando la necesidad de enfoques de tratamiento sensibles al género.
En México, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) registra 247 clínicas de rehabilitación, con una capacidad total de 10,594 camas. Sin embargo, la realidad es más compleja: de los aproximadamente 2,300 centros de rehabilitación en el país, solo 500 tienen los permisos necesarios para operar legalmente. Esta brecha se debe en parte a la alta demanda y a la insuficiencia de recursos gubernamentales.
El lema de la campaña de este año, "Gente primero: Detener el estigma y la discriminación, fortalecer la prevención", es más relevante que nunca. El estigma asociado al consumo de drogas tiene consecuencias devastadoras, incluyendo la exclusión social, la pérdida de empleo y la falta de acceso a servicios de salud y tratamiento. Promover un lenguaje respetuoso y no discriminatorio, junto con una educación y sensibilización adecuadas, son pasos cruciales para combatir este estigma.
Los medios de comunicación desempeñan un papel clave en la formación de opiniones públicas. Es esencial que la cobertura mediática sea responsable y libre de estigmas para fomentar una mayor aceptación y apoyo hacia las personas afectadas. Además, la capacitación del personal profesional es vital para garantizar una intervención efectiva y compasiva.
El estigma no solo afecta la percepción social, sino que también impacta directamente la vida de las personas. Puede desalentar a aquellos que necesitan ayuda de buscar tratamiento por miedo a ser juzgados o discriminados, perpetuando un ciclo de aislamiento y uso continuo de drogas. Crear un entorno de apoyo es esencial para facilitar el acceso al tratamiento y la recuperación.
La campaña busca involucrar a individuos, comunidades y organizaciones de todo el mundo. La UNODC proporciona herramientas y datos científicos para abordar el problema mundial de las drogas y promover una visión de salud para todos. Este 26 de junio, seamos parte del cambio, tomemos una posición firme contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas. La lucha contra este problema nos afecta a todos y requiere un compromiso colectivo y sostenido. Es momento de actuar con compasión y responsabilidad, trabajando juntos para construir una sociedad más sana y libre del abuso de drogas. Combatir el estigma y promover la prevención son pasos cruciales hacia un futuro mejor, el primer paso para la recuperación es cambiar el lenguaje.
