La boda siempre es uno de los días más importantes en la vida de cualquier pareja que ha optado por unir sus destinos, pero desde que se da el "si, aceptó" lo primero que se viene a la mente, es la fecha y ahí es donde nacen muchos mitos y leyendas, de cuál será el mejor mes para desposarse y según la voz populi, abril es por excelencia una buena opción.
Según varias mitologías se relaciona con un mes de fertilidad y abundancia, a decir de la brider planner Rosa María González, una boda depende de muchos aspectos y debe ser un día plagado de felicidad, así que, tener cierta certidumbre del clima es el comienzo de buenos augurios, "generalmente los días después de la llegada de la primavera son soleados y cálidos; es más sencillo dominar el calor que las bajas temperaturas y las lluvias" plática la experta.
Para el Chef Alfonso Bermúdez la comida es tema fundamental pues en abril la mayoría de las frutas y verduras están de temporada, por lo cual su sabor se maximiza y al emplatar los colores están más brillantes.
Otra gran ventaja es que al ya tener prácticamente un tiempo de que el solsticio de primavera ha cubierto la tierra, los campos de las haciendas y jardines donde se realizan generalmente los eventos están más verdes y las flores por su naturaleza están a su máximo esplendor, "no importa cuánto mantenimiento se da a un jardín o hectárea verde, la temporada de abril y mayo lo hacen lucir especial" explica González.
Por último, una razón que casi nadie toma en cuenta –pero, que deberían- es la luna de miel. Inicio y fin de año pueden ser complicados para algunas empresas, entonces casarse en abril e irse de luna de miel en esta misma fecha puede resultar mejor al momento de solicitar vacaciones en el trabajo.