No hay amor más puro, noble e inocente, que el primero, ese en el que desde el primer día de la relación se logra confiar plenamente en la otra persona.
El primer amor, siempre es el que perdura en el corazón, queda grabado entre los recuerdos y muy seguramente también al rememorar a aquella persona con quien una vez se fue inmensamente feliz se evoca una sonrisa.
Las maneras de llegar a quien nos atrae pueden darse de muchas maneras, desde una simple sonrisa hasta la sorpresa más elaborada y creativa, pero al final de cuentas lo importante es que la otra persona también sienta lo mismo.
Hace un año, Emilio se armó de valor para declararle su amor a Ximena (su primera novia), ella recuerda tiernamente que ese día él la invito a comer, luego de pasar la tarde juntos le mencionó que tenía que irse temprano. Al llegar ella a su casa se dio cuenta que lo que en realidad hizo su novio fue llenar de globos, flores y peluches su cuarto.
Por su parte, Tania, tiene 16 años y hace dos meses su novio Emilio, le regalo un bote de helado de vainilla dentro de él había un letrero que decía: ¿Quieres ser mi novia?, ella no se percató del papelito y hasta que él se lo mencionó.