Carolina Cervantes Acosta fue diagnosticada con cáncer de mama cuando se encontraba en su segundo embarazo, al percatarse que le había salido una bolita en su seno izquierdo, he ahí la importancia de la autoexploración; al visitar a su ginecólogo, este aconsejó realizarse un análisis por lo que durante su periodo de gestación vivió con la incertidumbre de aquel bulto que cada vez crecía más, en cuanto nació su bebé, pudieron hacerle cirugía, extraerlo y determinar que era benigno.
Con el paso de los años, el cuerpo de Carolina desarrolló 3 tumores nuevos, para ese entonces ella ya se realizaba chequeos cada 6 meses, pero fue en octubre de 2014 al salir de una mastografía que le dijeron que necesitaba hacerse otra placa, a los dos días recibió una llamada en donde le dijeron que debía presentarse al día siguiente acompañada de un familiar, “detuve mi auto y me puse a llorar, sabía perfectamente que algo no estaba bien, ahora una palabra podía convertirse en cáncer”.
De la mano de su marido, entonces su novio, escucharon decir al médico: “señora, usted tiene cáncer”, Carolina platica que en ese momento sintió como la cabeza le explotaba, su corazón latía fuertemente, comenzó a sudar, a sentir escalofríos, manos temblorosas y lágrimas rodando por sus mejillas. Médicos le explicaron que requería una cirugía de inmediato, no por la gravedad sino porque en años, era la primera mujer que detectaban en etapa 1, lo cual le brindaba un pronóstico alto de sanar.
Caro se sintió afortunada de no haber alcanzado la etapa 3 o 4 como la mayoría de mujeres, aún con miedo realizó la cirugía en donde no solo retirarían el tumor, sino también su seno; pensaba en cómo les daría la noticia a sus hijos, su madre que padecía del corazón, hermanos, sobrinos y amigos, pero con gran valentía entendió que la actitud ante las adversidades siempre tendría un lugar positivo para la fe.
A casi 6 años de esa cirugía, después de haber llegado a pensar que podía morir y de largas quimioterapias, es un ejemplo de perseverancia, lucha y amor; “los diagnósticos sirven para empezar con la cura o los cuidados, conocer tu padecimiento te da fortaleza para poder enfrentarlo y sobre todo para poder continuar hasta el final. Hoy la ciencia nos ofrece un mundo de posibilidades para sobrevivir, aprovechémoslas desde la prevención y durante el tratamiento”.