Se realizó la Cena del hambre por parte del grupo católico Crisálida, con la participación de más de 80 personas, todo con la finalidad de ayudar a los más necesitados; Carolina Rebollo, integrante del equipo organizador reconoció el apoyo de los benefactores, por su gran aporte de manera generosa para seguir realizando tan noble causa.
“Por primera vez realizamos esta Cena del Hambre, donde todos los que participan realmente lo hacen con profundo amor y generosidad, pues solo comen pan y agua y de esta forma queremos mandar el mensaje de que en eso consiste ayudar, en dar lo mejor de ti y no lo que te sobra”, dijo Carolina Rebollo.
Crisálida es un grupo de jóvenes adultos católicos de 30 a 45 años, solteros viviendo una etapa de transformación a través del desarrollo humano y espiritual, quienes realizan diversas actividades de generosidad, como la visita a los enfermos, a los pobres y ancianos como una aportación de cambio a la sociedad.