Cuidarnos de cualquier contagio o enfermedad requiere fortalecer nuestro sistema inmunológico, y mantener la delgadez, sanitizar, o realizar prácticas de sana distancia o tapa bocas no asegura no contactar con microorganismos peligrosos como el Covid-19, del cual tenemos que estar preparados para defendernos.

Volveremos a la nueva normalidad, si no es que muchos ya están rondando por las calles como si nada pasara, sabremos que el virus sigue presente, por mucho tiempo, nos preguntaremos si tanto encierro y sacrificio en la economía valió la pena, si seguimos en riesgo.

Para entonces tenemos que entender que los cuidados deben continuar y que si llegamos a enfermar los hospitales ya no estarán colapsados y podrán atendernos como se debe, esperando que no tengamos que padecerlo.

Cuidados como salir con cubre bocas, carillas, guantes, sana distancia, desinfección es necesario o conveniente, poco a poco se relajarán estas prácticas en la medida que disminuya el peligro, pero lo que no podremos olvidar ni relajarnos es cuidar por siempre nuestro estado inmunológico y la delgadez, por el Covid-19 o muchos otros microorganismos.

Sabemos que el virus se instala en células grasas más que en los pulmones y también que si nuestro sistema inmune no es fuerte no puede defenderse de ningún microorganismo patógeno, por lo que, es momento de concentrarnos en defendernos de las enfermedades no sólo en evitar exponernos.

Las acciones continuas y permanentes para todas las edades y tiempo son:

Mantener la delgadez.

Alimentación adecuada, que sea suficiente, completa, equilibrada y variada, integrada a la familia.

Mantener muy buena hidratación, con no menos de 2 lts de agua al día con mezcla de frutas y verduras para contar con suficientes minerales, y si es necesario crear suero casero.

Permanecer activos durante el día, 15 minutos de movimiento en cada hora, y además practicar algún deporte o ejercicio programado y dirigido a un entrenamiento completo.

Dormir de 8 a 10 horas diarias, y tener de 1 a 2 horas de recreación al día, para mantener armonía y equilibrio en nuestro ser.

Ingerir suplementos alimenticios de calidad como vitaminas, antioxidantes como los del ajo, cebolla, semilla de uva, aminoácidos, omegas, probióticos.

Realizar actividades espirituales 20 minutos diarios, como practicar alguna religión, yoga, contacto con la naturaleza o ver o crear arte.

Parece que es mucho lo que tendremos que reorganizar como individuos y sociedad, con el fin de vivir con menos miedo porque sabemos que estamos fuertes.

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