El bazar Central del Diseño acogió con las manos abiertas a todas las familias, parejas y turistas que pasaron por sus puestos, tanto locales como extranjeros quedaron sorprendidos con los tesoros regionales.
Con una sonrisa y amabilidad los negociantes explicaron y respondieron las preguntas sobre sus productos interesando a los pasantes, un buen ambiente familiar se llevó a cabo en el pequeño pasillo que conforma el mercado.
Tras realizar algunas compras, los paseantes disfrutaron de las actividades que hay en el centro de la ciudad.