Doce uvas en la noche de fin de año: orígenes del ritual

¿Cuál es su significado? Son diferentes las versiones acerca del origen de esta costumbre, incluso se habla del misticismo que guarda el fruto de la vid en la biblia 

Tamara Medina | Diario de Querétaro

  · jueves 29 de diciembre de 2022

Foto: Hugo Arciniega | Diario de Querétaro


A punto de cerrar el 2022 los rituales para iniciar el año venidero son muchos, desde la ropa interior de color, hasta pasear las maletas en busca de viajes y un largo etcétera. Pero sin duda una de las costumbres más arraigadas es el comer 12 uvas, una por cada mes del próximo año y en cada campanada se pide un deseo mientras se disfruta cada mordida del jugoso fruto.

ORÍGENES

Hay muchas versiones acerca de esta tradición, algunas provienen de la vieja España en el Siglo XlX, donde los aristocracia se reunía para despedir el año en tremendas fiestas donde el vino tinto corría en delicadas copas con la que los invitados brindaban por los buenos deseos del año venidero, esta costumbre iba acompañada de uvas mismas que solo eran parte del adorno. Quienes no pertenecían a esta clase social comenzaron a imitar la costumbre en son de burla.

Otra creencia es cuando en el año 1909, la cosecha de la uva fue espectacular, por lo que los agricultores orquestaron fueran vendidas como “Uvas de la suerte”, y las personas decidieron guardarlas para la cena de Año Nuevo y comerlas momentos antes de que se acabara el año.

Cada país y lugar tiene sus propias creencias con respecto al origen de comer uvas el fin de año, incluso por la década de los 80’s la televisora Televisa dio inició un programa que hasta la fecha se transmite por el canal Las Estrellas, donde los artistas más famosos del año se reúnen elegantemente vestidos para realizar el programa “12 uvas, 12 deseos”. En aquella época donde se podía ver a figuras como Raúl Velasco, Erika Buenfil, Lucía Méndez, Verónica Castro, José José, Juan Gabriel y un sinfín de luminarias que realizaban la cuenta regresiva para escuchar las campanadas que anunciaban que un año más estaba naciendo, en ese momento todos comían las uvas y pedían sus deseos, para en medio de papeles de colores, sombreros y globos, abrazarse efusivamente deseando que el año venidero fuera de salud, éxito y prosperidad.

Esta tradición la tienen millones de familias mexicanas y el reto es que en ese minuto todos consuman sus uvas y quien lo logre, cuenta la leyenda cada deseo se convierte en realidad.