La ciudad de Santiago de Querétaro, es uno de los lugares más hermosos del centro del país, pero además de su imponente arquitectura guarda gran historia y la cultura gastronómica que ha perdurado desde hace varios siglos atrás, 493 años para ser exactos a cumplirse el próximo 25 de julio.
Hablar de su gastronomía es retomar la unión de las culturas como la mexica, hñähñu, purépechas, cultura mestiza con aportaciones europeas e influencia de otras cocinas mexicanas, así lo refiere el escritor y periodista Agustín Escobar Ledezma en su libro “Chical Comida Tradicional Queretana”.
Olivia González, rectora de la Universidad IGES, explica que en la ciudad existen una gran variedad de platillos que se aderezaron con la llegada de los españoles quienes trajeron las especias, que no eran conocidas por los originarios del estado, realzando el sabor de los platillos, mismos que se realizaban con los productos endémicos de la región.
De entre sus platillo originarios se encuentran las enchiladas queretanas, que a diferencia de las guanajuatenses o michoacanas, estas no llevan una pieza de pollo frita, son únicamente rellenas de queso con cebolla picada, zanahoria y papas fritas, adornadas con lechuga y queso cotija.
Las famosas tostadas de arriero que son de maíz morado, elaboradas a base de manteca y aunque tradicionalmente se comían solas, hoy muchas personas les ponen papas guisadas, nopales y queso.
Los tamales de muerto, los cuales se realizan con maíz martajado negro y con chile guajillo con queso como relleno. Los tamales fingidos de papa en hoja de acelga.
El pollo queretano que se elabora con un estofado de jitomate y se cuece en su propio jugo, algunas cocineras le incluyen papas y zanahoria.
El budín de huitlacoche, que es horneado y se come como tradición en la Semana Santa. La nieve de mantecado, que tiene un sabor a leche quemada, y está relleno de frutos secos.
En la ciudad de Querétaro existían muchas huertas y en ellas sus propietarios gustaban de sembrar membrillo, por lo que era muy tradicional que en las antiguas familias queretanas hubiera ate de membrillo, conserva, agua y hasta los pedazos de membrillo con chile piquín que servían de botana, hoy es un fruto que ya poco se da y en temporada su precio es bastante elevado.
Otra de las grandes tradiciones entre las amas de casa del Querétaro de antaño era preparar el cremosito arroz con leche al que le ponían cáscara de limón o de naranja, “para darle más sabor”, decían.
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Las famosas “fruta de horno”, que eran galletitas de manteca, espolvoreadas con azúcar y canela, una verdadera delicia que se te deshacía en la boca.
Querétaro guarda mucha tradición, mucho sabor, cultura e historia y con gran orgullo cumple un año más, siendo una ciudad próspera que alberga a todos quienes la visitan y enamora a quienes deciden echar raíces en su noble tierra. ¡Felicidades Querétaro!