La industria restaurantera es una industria viva que evoluciona constantemente en la búsqueda de la satisfacción de los ansiosos comensales cada vez más conocedores, que buscan vivir experiencias diferentes y que enriquecen a los 5 sentidos; está la Vista, al encontrarnos en espacios que amablemente nos invitan a quedarnos espectadores del buen gusto y del bien estar: el Olfato con los aromas que la cocina que despide al fusionar y preparar las viandas que habremos de devorar ; el Tacto con las texturas de las materias primas convertidas en platillos creativos y llenos de vida; el Gusto al transportarte con los sabores a la casa de los abuelos , o a experiencias de viajes a otra tierras que nos recuerdan a la familia y amistades que compartieron con nosotros una aventura inolvidable; por último el Oído, al escuchar risas, música, el chocar de las copas brindando por un evento especial que solo entre familia se comparte.
Qué sorpresa reencontrarnos con este maravilloso espacio en donde no sabíamos que podría mejorar su apariencia, siendo un casco de hacienda que en la historia de México aparece, como uno de los referentes en donde este país fue gestado, y ahora con la combinación de luces y colores, con tecnología responsablemente ecológica, convierten los patios, salones, sus muros y sus rincones en cuadros y ambientes acogedores que invitan a la tertulia y al convite de los que gustan ser apapachados.
No solo por el amable servicio y bonhomía de su equipo de trabajo, sino por las hábiles manos de quienes esmeradamente preparan la carta clásica y la de temporada, que cada 4 meses cambian para dar variedad y juego a los comensales que buscan encontrarse con los sabores que marcan a nuestra patria, sobre todo ahora que está por comenzar la época del chile en nogada y de las fiestas patrias, en donde el chile en nogada del Caserío, ha sobrepasado fronteras , aun y con los detractores que reclaman recetas ancestrales , difícilmente podrán defender el paladar de quien manda, porque el cliente siempre tendrá la razón.
Eso se logra con preparación y dedicación, aquí no es solo un lugar para comer, es un lugar para compartir y saberse parte de una historia, parte de una evolución que está pendiente de lo que nos hace ser actores principales de una película, que se escribe todos los días y que solo sabiendo cuáles son los motivos que nos mueven, nos dan en el clavo para no esperar nada más que lo que merecemos como comensales.