Este restaurante queretano del reconocido empresario gastronómico Sergio Salmón, ha sido varias veces elogiado a nivel nacional e internacional. Si te das una vuelta a su salón, ya sea a comer o a cenar, verás por qué. El restaurante se aloja en una casona clásica
revitalizada de manera exquisita; la piedra blanca, los arcos, los portones gruesos de madera le dan ese toque de tiempo. El espacio preferido de los comensales es el vibrante patio central, donde intelectuales, periodistas, políticos, artistas reconocidos y empresarios boyantes, comparten.
Los platos del Caserío se han ganado su lugar entre locales, se sabe que ahí se come bien y suele ser de las recomendaciones top para visitantes. La especialidad Cochinillo o Lechón Segoviano es delicioso, suave y jugoso, obviamente va acompañado del divertido ritual de flamearlo y romper los platos. El pescado a la sal, las croquetas y la tártara casera que acompaña, los pulpos a la gallega, los boquerones, la paella negra; todos estos son platos que los visitantes frecuentes devoran, mientras arreglan el mundo.
El Caserío está muy cerca de la Alameda a menos de 10 minutos del centro de Querétaro. Si vas entre semana encontrarás un ambiente bohemio burgués; negocios, política, arte, amigos. Si vas en fin de semana el ambiente cambia a familiar en la comida y por las noches a cenar, música y fiesta. Sí, es un espacio ecléctico, pero dicen que nadie sale del Caserío sin una buena historia, esa es la constante.
Tip:
Si vas en grupo, ya sea con amigos o negocio y quieren hacerles pasar un rato divertido, pídele a Sergio Salmón que les enseñe a tomar vino desde el porrón sin meter las manos. Rompehielos garantizado.
Av. Constituyentes 101 pte. Col. Casa Blanca