El jolgorio de Día de Muertos y Todos Santos

Las calles se visten de calaveras de dulce, alfeñiques, colores que van adornan las plazuelas y como parte del acervo cultural, el mexicano se ríe con la muerte

Tamara Medina | Diario de Querétaro

  · jueves 3 de noviembre de 2022

Foto: Iraís Sánchez | Diario de Querétaro

La sociedad queretana, visitantes nacionales y extranjeros, regresan a las calles del Centro Histórico, esta vez ya sin ninguna restricción y con el gusto de ver los puestos de todos los Santos, niños, adolescentes y jóvenes disfrazados pidiendo su calaverita y los místicos paisajes y altares que colocaron en andadores, jardines y plazuelas.

Este año la gran ofrenda del Día de Muertos está inspirada en el “Camino al Mictlán”, que según la cultura mexica, abre sus puertas al inframundo para que regresen las ánimas en este día a visitar a sus seres queridos.

Para las familias queretanas es un gusto nuevamente ir a visitar los puestos, admirar los adornos y pasear por las céntricas calles en busca de la mejor selfie o la foto familiar, como el caso de Lucía originaria de La Cañada quien acude con sus nietos a comprar los adornos para el altar y a enseñarles a Jorge de 7 años y Mauro de 5, las tradiciones mexicanas, “cada año venía con mi señor que ya está descansando y con mis hijos, es una tradición venir por las calaveritas y que nos pusieran nuestros nombres; antes veníamos para hacer el altar para nuestros difuntos y hoy también para mi esposo” comenta Lucía, que además dice ahora les inculca a los niños visitar el lugar y que conozcan la tradición.

La familia Fernández Negrete son originarios de Córdova Veracruz, ellos decidieron pasar estos días en la capital pues a su decir Querétaro es un lugar bonito y tranquilo para vacacionar, “llegamos a penas y nos encantó el centro, sus adornos, hasta nos pusimos a buscar la historia del Mictlán pues no la conocíamos y es muy interesante”, comentó Arturo, el jefe de la familia, mientras disfrutaba de un barquillo de mantecado un sabor muy tradicional en la gastronomía queretana.

Foto: Iraís Sánchez | Diario de Querétaro

Quienes se dedican a la venta de calaveras de azúcar, alfeñiques y hasta adornos propios de la festividad, son familias que han pasado de generación en generación realizando las figuras las cuales comienzan a elaborar con varios meses de antelación, “casi comenzamos en el mes de febrero todo lo que es de azúcar, ya para principios de octubre todo debe estar para las últimas dos semanas hacer las figuras de chocolate y amaranto” plática don José Luis Salazar, quien heredó el negocio de sus padres quienes comenzaron a elaborar las calaveritas desde 1948.

El mexicano siempre se ha reído con la muerte, no de ella y esta época es ideal para bromear, disfrutar y esperar con sentidas ofrendas a los seres queridos que se han adelantado en el camino, pero que según la tradición el 1 y 2 de noviembre llegarán del más allá a convivir y saludar a la familia y los amigos que aún los recuerdan.