En la parroquia de San Isidro Labrador, Elena Roberts, Gabriela Watson Espinoza y Raziel Nava Hernández, luciendo tradicionales ropones blancos, fueron protagonistas de un emotivo ritual de bautizo colectivo en compañía de sus padres y padrinos.
La misa la ofició el sacerdote Martín Becerra, quien animó a los padres y padrinos, a guiar a los pequeños por el camino que conduce hacia las virtudes de la Iglesia. En la pila bautismal, cada niño recibió la gracia y la bendición del presbítero, siendo integrados en el acto a la comunidad católica.
Finalmente, cada familia se reunió en el atrio de la parroquia para dejar constancia de la celebración religiosa con fotografías. Posteriormente, los padres ofrecieron un banquete especial organizado en honor a los pequeños, quienes fueron colmados de parabienes y cariños por todos los invitados.