Mauricio Berndt y Enriqueta Negrete acudieron a renovar sus votos después de 25 años de feliz matrimonio al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, acompañados de sus hijos Regina y Mauricio, así como de familiares y amigos.
El presbítero Juan Vega fue el encargado de recibir al matrimonio quien cada uno entró con sus hijos para escuchar la liturgia, donde el sacerdote los exhortó a seguir manteniéndose fieles a su amor, mismo que se ha transformado en un amor inquebrantable que se ha fortalecido con sus dos hijos.
Bertha González, mamá de Enriqueta fue la encargada de llevar las argollas nupciales, con los que el matrimonio realizó nuevamente sus alianzas como lo hicieran hace 25 años en la Ciudad de México y nuevamente fueron colocados en señal de amor.
Tras la celebración religiosa los esposos se trasladaron a Casa Montespejo, para disfrutar con sus invitados que ya los esperaban para seguir compartiendo con todos su felicidad.
Con un exquisito banquete preparado especialmente para la ocasión, así como una selección de bebidas, los convidados pasaron momentos divertidos y brindaron por la dicha del matrimonio deseándoles lo mejor.
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El momento emotivo de la celebración fue cuando sus hijos les expresaron todo su amor y la profunda admiración que les tienen por la hermosa familia que han formado, agradecieron los cuidados y el cariño con los que han hecho lazos familiares sólidos.
Con música de mariachi y un grupo versátil los convidados abrieron la pista de baile para sacar sus mejores pasos y divertirse a lo grande con las coreografías y el buen ambiente que perduró hasta ya pasada la media noche. ¡Felicidades!.
