El Día de la Madre no pasó desapercibido para las familias queretanas, que no dudaron en consentir al ser que da vida, amor y comprensión… las mamás lindas.
Desde temprana hora las calles se vieron repletas de familias, vendedores de rosas, globos, detalles y los restaurantes con largas filas para conseguir una mesa y poder compartir bellos momentos para consentir a las mamitas queretanas.
Ellas guapísimas, emocionadas y agradecidas por ser reconocidas como grandes mujeres, que luchan, unen, abrigan y son incondicionales de sus hijos y en general de todas las familias.
“Mi mamá es mi todo, no podría concebir mi vida sin ella, siempre presente en mis buenos y malos momentos” plática Lilian Hernández.
“Mi mamá es un ser de luz en mi vida, la amo” dice emocionado Rolando.
Y es qué, ¿cómo no querer a esas mujeres? Generadoras de vida, valientes, entregadas y que sin duda el ser más importante que se pueda tener en la vida. Ellas puro corazón.