La Organización Mundial de la Salud considera que el Alzheimer es una de las formas más comunes de demencia en todo el mundo, esta enfermedad neurodegenerativa afecta la memoria, el pensamiento y la conducta, y aún no se ha encontrado una cura definitiva.
Algunos de nuestros hábitos diarios podrían estar aumentando el riesgo de desarrollar este horrible padecimiento, te contamos cuáles son.
La soledad y el aislamiento social pueden tener efectos negativos en la salud mental y emocional, pero también se han relacionado con un mayor riesgo de Alzheimer. Mantener conexiones sociales activas y saludables puede estimular el cerebro, así como reducir el riesgo de la enfermedad.
Llevar una vida sedentaria: hablemos de la falta de ejercicio, la actividad física regular no solo beneficia al cuerpo, sino también al cerebro. Estudios han demostrado que el ejercicio promueve la salud cerebral al aumentar el flujo sanguíneo y estimular la liberación de sustancias químicas que mejoran la función cerebral.
No dormir correctamente: el sueño es esencial, durante este, el cerebro realiza funciones de limpieza y consolidación de la memoria. La privación crónica de sueño puede llevar a la acumulación de placas beta-amiloideas, que están vinculadas a esta enfermedad en cuestión.
Aislamiento social: se han relacionado con un mayor riesgo de Alzheimer, y mantener conexiones sociales activas y saludables puede estimular el cerebro.
Escuchar música a todo volumen: el daño a la audición y la pérdida auditiva están asociados con la pérdida de tejido cerebral.
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No llevar una alimentación adecuada: una dieta rica en alimentos procesados, comida chatarra y el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa.