Después de la boda civil, que se llevó a cabo en el mes de abril, Mariana Barrera Castillo y Bogar Gómez Osornio, dos jovenes, rumbo a su tercera década, descubrieron el maravilloso deseo de unir sus vidas en sagrado matrimonio en la iglesia de San Agustín. Ella con el vestido que imaginó con velo largo, sútil y femenino, sosteniendo una delgada corona en su cabello e iluminando su rostro pero dejando ver la alegría de por fin encontró frente a Bogar, quien portó basta presencia y paz con su traje negro y el moño color perla, otorgándole un perfecto detalle.
Mientras caminaron al altar, cada uno del brazo con su madre y padre, dejaron ver la seguridad respecto a la decisión que tomaron y al llegar al altar, donde el sacerdote Mauricio Ruíz los esperaba, se miraron entre sí, mostrando que el amor es una decisión de construir su propio hogar.