El domingo de Pascua se conoce como el día en el que Jesús salió de su sepulcro, hecho fundamental para el cristianismo, una celebración que no sólo celebra la resurrección de Cristo sino también la resurrección universal.
En esta fecha se enciende el cirio Pascual que representa simbólicamente a Cristo Resucitado y que permanece encendido hasta el día de Pentecostés en el que la Iglesia Católica celebra la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la Virgen María.
- Huevos de Pascua
Esta tradición va asociada a la imagen del conejo de Pascua que también tiene su leyenda, contando la historia de una mujer que pintaba huevos para sus hijos en la Pascua y que una vez decidió esconderlos en el jardín en distintos nidos, se cuenta que cuando los niños encontraron los huevos, un conejo saltó del nido por lo que ellos pensaron que este animal se los había traído y fue así como comenzó esta historia.
Fue así que esta imagen se transmitió a otros países en donde los niños creían que si se portaban bien, Oschter Haws, que era el nombre que daban al conejito, pondría huevos de colores, por lo que construían nidos en lugares apartados o escondidos de la casa, el granero o el jardín, para que éste pusiera sus huevos. Más tarde empezaría la tradición de construir elaboradas cestas para poner los huevos.
Hasta la actualidad los huevos en muchas culturas representan el nacimiento de la nueva vida, la alegría y el renacer; es así como se adecúan al sentido que este día tiene para los católicos.