“Dicen que la cocina es el punto clave de cada casa, el lugar de reunión con la familia o los amigos, el eje de un hogar, el motor”, así comienza la plática con don Jesús Osornio Soto, un hombre que desde los 18 años tuvo contacto con la venta de muebles, cuando un amigo lo invitó a trabajar a la extinta mueblería “El Cerrojo”.
“Después del Cerrojo fui a trabajar como vendedor con la familia Suárez que eran originarios de Celaya y tenían una de las mueblerías más grandes en Querétaro, ubicada en Zaragoza, ‘Mueblerías Díaz Córdoba", recuerda Chucho quien con su sentido del humor, a cada recuerdo hace una broma y tal vez esas ocurrencias y su carácter bonachón, pero decidido, fueron los elementos que lo hicieron ser uno de los mejores vendedores en el ámbito mueblero de su época.
“Me casé cuando tenía 20 años y mi vida cambió, pues ya no debía ganar dinero solo para sacar para las chelas e irme de reventón, ahora tenía que trabajar para mi familia, amueblar nuestra casa, así que de ser un vendedor del montón, pase al tercero, segundo, con mucho esfuerzo dedicación y las ganas de llevar lo mejor a mi casa, llegué al número uno, peleando el lugar con grandes trabajadores como Ángel Rodríguez y Benjamín Oseguera, quien en la actualidad es el presidente del Club de Leones Querétaro”, recuerda con nostalgia.
“A los 21 años ya era gerente de la tienda, ganaba muy bien pues además de mis ventas, obtenía un porcentaje de los vendedores. En ese tiempo mi nicho de mercado era el centro y los otros trabajadores se distribuían en las pocas colonias que había en aquellos ayeres, principalmente una que iba comenzando, Lomas de Casa Blanca y como dábamos crédito, las ventas eran realmente buenas”.
NACE COCINAS MODERNAS
Con solo 21 años, un matrimonio donde ya había nacido su primer hijo, Edgar, un “vocho” Volkswagen, siendo gerente de uno de los establecimientos con más prestigio en la ciudad y con una buena racha económica, llegó su primer dilema, seguir siendo la cabeza de un negocio o aventurarse e iniciar el suyo.
“En esos tiempos solo se vendían cocinas integrales en Sears que estaba en avenida Universidad, ABC Víctor, La Provel y Deler, indeciso pero con las ganas de arriesgarme me avente a independizarme con 20 mil pesos que me prestó un amigo que era taxista”.
Con los 20 mil en la mano y un guardadito rentó su primer local en la calle de Ezequiel Montes, donde hasta ahora sigue su negocio desde 1976. “Alguna vez una clienta que llegó a la mueblería me dijo – que feas las cocinas, en México están forradas y tienen mejores acabados - , así que cuando me negaron los créditos aquí, me fui a la Ciudad de México; toqué muchas puertas, vi a todos los de la sección amarilla hasta que llegue con un fabricante, Rubén Delgado, quien al principio me decía que no estaba interesado en expandirse a otra ciudad lo convencí y me dice, ¿cuánto traes?, pues tanto (…) con eso te alcanza para una y te doy a crédito otra; con eso comencé Cocinas Modernas y con mi primera línea telefónica".
Con el paso del tiempo el empresario mueblero comenzó a tener un gran prestigio, hizo cocinas para gran parte de las primeras familias del Club Campestre, ex gobernadores también fueron sus clientes “Rafael Camacho Guzmán, cuando convirtió la Casa de la Corregidora para dejar de ser la cárcel y la adaptó como Palacio de Gobierno, me pidió instalar la cocina muy grande, y luego pusimos otra en lo que hoy es el penal, esa era como en hexágono. Las cocinetas en los palcos del Estadio Corregidora, cuando se comenzó a construir”. Otros más fueron José Antonio Calzada, Mariano Palacios Alcocer, Roberto Ruiz Obregón, a quien además de colocar su cocina, encargó la de sus hijos, futbolistas, artistas que han adquirido sus viviendas en la ciudad han visitado su establecimiento.
Con miles de anécdotas qué contar, viendo la modernización de Querétaro en los últimos 50 años, Chucho como le llaman sus amigos ha ido a la vanguardia en su negocio, buscando siempre lo mejor que ofrecer a sus clientes, el empresario no se pierde ninguna expo para conocer lo último en materiales, novedades y lo que está en boga en cocinas, closet, puertas y acabados.
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Sin duda un queretano de cepa, que a base de trabajo y dedicación ha logrado mantener a flote su negocio, pese a las devaluaciones, pandemia y la competencia, siendo gran ejemplo para sus hijos Edgar y Oliver y un orgullo para “Chatita”, su mamá quien desde el cielo debe estar muy complacida por el gran hijo que formó.
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