Como desde hace 60 años José Luis Mendoza Salazar sigue conservando la tradición de elaborar alfeñiques y calaveritas de azúcar, herencia que le dejó su abuela Isabel Cuevas, quien desde que él tenía 9 años le enseñó este bonito arte de crear y dar color a la misma muerte. En entrevista para Diario de Querétaro, el señor Mendoza platicó de sus inicios en este arte y el cómo las figuras azucaradas han ido cambiando conforme el paso de los tiempos.
“Cuando tenía 9 años mi abuela me enseñó a elaborarlas, a ella a su vez unas religiosas le enseñaron este arte, mi mamá la ayudaba y yo también, luego las vendíamos en Plaza de Armas. Estos alfeñiques se pueden decir, son los tradicionales de Querétaro”.
A su decir los alfeñiques son los más solicitados pues con ellos adornan el altar de Día de Muertos; figuras de comida como las enchiladas, mole, frutitas, cajones de muerto entre otros, son los más vendidos. Estos los realizan con azúcar glass desde varios meses de antelación, pues realizarlos es todo un proceso que lleva un tiempo determinado para que cuando se acerca el tiempo las comiencen a pintar. “Comenzamos en marzo y hasta septiembre las pintamos, para que los colores estén vivos y bonitos” explica.
José Luis cuenta que aunque sus hijos también las saben elaborar y de vez en cuando le ayudan, solo su esposa, Antonia Montes Botello y él continúan con la tradición. “Mis hijos ya hicieron su vida y tienen su carrera, así que ya no continuaron con este bonito trabajo artesanal”.
En la plática mencionó que con el paso del tiempo las figuras han cambiado pues ahora también las hacen de chocolate y amaranto ya que así lo pide la gente, también las Catrinas son más llamativas que antes, pero sin duda lo que no cambia es el amor con el que hacen cada pieza.
Al igual que muchos comerciantes el año pasado fue difícil para su venta pues al no tener un escaparate público para ofrecer los alfeñiques tuvo que echar mano de las redes sociales y vecinos para venderlos aunque obviamente la producción no llegó ni a la mitad de lo que normalmente se hacía; este año están optimistas pues aunque con restricciones si podrán salir al Jardín Guerrero, lugar tradicional desde hace muchos años donde se realiza la vendimia.