Desde pequeño, siempre tuvo gusto por las ventas y un deseo de ser económicamente independiente, por lo que siempre que podía, vendía toda clase de productos, como mermeladas, chiles en vinagre, agua purificada, para posteriormente evolucionar y vender refacciones, casas, rampas y elevadores.
Es egresado de la Universidad del Valle de México, campus Querétaro, en la licenciatura en Mercadotecnia; una gran carrera de gran utilidad que le ha ayudado a dar definición a sus negocios, porque sabe concretar y materializar los proyectos con bases administrativas y una visión comercial, es decir que ya hay una planificación para mantener viva a la empresa y que ésta continúe creciendo. Hoy lleva 12 años siendo el director general de Tecnorampa, y se siente muy agradecido con su equipo de trabajo y con Dios por todo lo que han logrado.
Tecnorampa es un negocio que viene creciendo junto a él, pues fue iniciada por su papá, José Luis Ordoñana Rullan (q.e.p.d), quien la constituyó en 1980 como parte de un consorcio internacional alemán, dedicándose a la fabricación de equipos hidráulicos. En 1988 Ordoñana Rullan se separa del grupo e inicia una nueva etapa para la empresa, empezando a hacer productos propios; fue en esta etapa en la que pudo participar y colaborar para ayudar a que se siguiera consolidando el negocio hasta lo que es hoy.
Refiere José Luis hijo, que empezar una empresa es más difícil que hacerla crecer, pero las claves para progresar se encuentran en la constancia, el profesionalismo, y en generar esquemas donde se realicen cosas positivas para todos.