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“La joya más valiosa que tengo a mi alrededor, es mi equipo de trabajo, con ésta, hemos logrado llegar hasta los rincones más lejanos a través de los distintos proyectos que tiene el Sistema Estatal DIF”, así lo dijo Karina Castro de Domínguez, presidenta del Patronato, al saber que el grupo más vulnerable en estos días de pandemia por el Covid-19 son los niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores; y son ellos quienes han recibido hasta su hogar apoyos que van desde kits de salud personal, hasta artículos de limpieza para la casa.
Asegura que durante toda la pandemia, el equipo no ha dejado de trabajar y, a pesar de que todos estamos expuestos dijo, con todos los cuidados y protecciones debidas y conferidas por las autoridades de salud han continuado el proyecto designado, reinventándose para no cerrar ninguna puerta y estar alertas a lo que la gente necesita. Tal es el caso del Albergue “Carmelita Ballesteros” el cual está totalmente protegido, aseguró, que hay un cerco de sanidad para no dejar pasar el virus, por lo que todos los niño se encuentran bien; de igual manera hicieron con Plan Vida mandando a casa a todos los abuelitos para que la familia los cuide.
Los programas siguen su marcha; el programa de atención psicología como la Procuraduría para niños y adolescentes, el Desarrollo comunitario está trabajando, así como los Huertos de traspatio sigue en capacitación, justo ahora para el auto consumo y en el Programa Alimentario se dio entrega hace un par de días, equipamiento para las aula cocina, las que no están por ahora en uso, pero los municipios cubren estas necesidades entregando la comida y los insumos.
Esta nueva normalidad ha llevado a muchas personas a identificarse con innovadoras herramientas tecnológicas y saber conectarse en distintas plataformas a través de las redes sociales, por lo cual el DIF Estatal mantiene esa estricta comunicación vía online, donde se han dado a conocer programas, convocatorias, invitaciones y se han visto reflejados en paneles, foros, conferencias, pláticas y testimonios, tal fue el caso el pasado 19 de octubre en el Día de la lucha contra el cáncer de mamá, evento que se llevó a cabo en la Casa de Gobierno, donde se escucharon historias y exhortaciones para auto explorarse y cuidar la salud. Continúan apoyando a los familiares de enfermos del Hospital General, reactivando el Comedor del Centro Gerontológico Plan Vida, para convertirlo en apoyo de todas estas personas que están en la espera de su paciente, con alimentos a muy bajo costo.
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Karina Castro, como presidenta del Patronato del Sistema Estatal DIF en coordinación con la Unidad de Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama se une a esta causa con la finalidad de mantener un registro de salud sin importar el mes para atenderse. Obsequian 150 mastografías con previa cita al teléfono 442 2 38 50 00extensión 5957.
Cinco años de mucho trabajo en el DIF Estatal, cientos de días activo el equipo, con y sin pandemia, dice Karina: “Hemos tenido muchos aciertos, también vivimos enojos, errores, enfermedades, pérdidas, llantos, simplemente conmigo, cuando no me caigo, se me cae las gradas encima, cuando un día es una cirugía, al otro día me da Covid-19”, con momentos como éstos, así siguen adelante, con detalles que la gente no conoce, por eso se les ocurrió hacer un backstage (detrás de cámaras) para que la sociedad se entere de todos los esfuerzos que se hacen y que en ocasiones no sale como se planean.
Castro de Domínguez, salió positivo en Covid-19, y relata que fue muy angustiante por el miedo de contagiar a sus seres queridos y a su equipo de trabajo. Karina se levantó ese día para ir a la entrega de papeles en la escuela de su hija Andrea e inmediatamente se sintió extraña, lo que compartió con su esposo Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro. Se fue al evento con todas las medidas preventivas eso fue el viernes 10 de julio; pasó el sábado y domingo pero se seguía sintiendo mal del estómago; hizo su ejercicio habitual y el lunes viendo la televisión con su hija, la película “Coco”, al terminarla le quiso decir –Ay que poner el altar a Tita- pero no le salió la voz y en ese momento se percató que se estaba ahogando. Se levantó, cuenta Karina, y pidió que le hablaran a Pancho, ya con uñas y labios morados la atendieron e hizo su prueba, habló al sector salud, le dieron su folio y espero el resultado aislada, después de tres días llegó un positivo.
Con un nebulizador se estabilizó en casa, y un tanque de oxígeno que la ha acompañado en todos los años que ha padecido asma y su agua salina la salvó por 17 días que estuvo encerrada, acompañada de su peor pesadilla, saber que podría haber contagiado a su papá, o a cualquier otro ser querido y de trabajo.
Pasó su cumpleaños, un 17 de julio, dice, se cantaba las mañanitas lloraba y lloraba en la total soledad. Más tarde empezó a desarrollar munonioclosis, donde todas las articulaciones se le inflamaron y le llenaron de bolitas todo el cuerpo; mucho sufrimiento por los dolores y el miedo de morirse. Le dijo a Pancho “si me muero, cuida a los niños, sé un buen ejemplo, sé el mejor de los padres, sé el mejor compañero” y aunque su esposo le decía, -deja de decir tonterías- ella se sentía con la obligación de desahogarse. Con un nudo en la garganta, Karina siguió con su relato y dijo que por otro lado, tenía que mostrarse fuerte con su padre. “Todo mi mundo se agolpa en mi corazón y en mi ser, me recordó lo vulnerable que somos y a veces lo egoísta que somos al dar por sentado que tenemos una vida hecha, no perfecta, pero cool y que no pasa nada. Entonces te das cuenta que tienes que hacer una pausa y reacomodar muchas cosas y ser agradecida”.
En ese momento, dice se enojó con Dios, pero recapacitó que no era así la cosa y ahora replantea sus necesidades, ama cada instante y cierra invitando a no bajar la guardia, a seguir cuidando y protegiéndonos para salir adelante de esta gran pandemia de salud y de amor al prójimo.
