La Catrina a punto de llegar al “segundo piso”

El tiempo cambia y un día también me llevará la pelona

por Alondra Jiménez

  · viernes 2 de noviembre de 2018

Erik de Luna le da vida a la Catrina desde hace 19 años, un 2 de noviembre. Foto: Fernando Trejo

Por las calles del centro histórico de Querétaro, sorprendiendo a todo el mundo, La Catrina caminaba. A todo al que se le acercaba, con su paraguas les picaba la panza y le decía “si les puedo picar la panza es que ya están muy cerca”. Así fueron los primeros años de La Catrina, personaje que Erik de Luna creará hace 19 años, un 2 de noviembre.

“Me siento muy contento porque cuando yo salía las primeras veces, los primeros cinco años no había catrinas antes. Yo soy de aquí de toda la vida y nunca me dijeron. Es interesante llegar a dos décadas y ver que si bien durante cinco años un había ninguna, hoy sales al Centro y hay muchísimas”, refirió en entrevista el multifacético artista.

Como personaje, lo que dio pauta a su creación, pues no había ninguna investigación ni obra de teatro en aquel entonces. “Era un tema virgen, un tema inexplorado y no había a quien copiar. Yo hago un show de imitaciones normalmente, (…) pero en La Catrina no había nada, ni un modelo para seguir, era como un lienzo en blanco y tener tus colores para pintar, eso fue lo que me motivó”, platicó.

La primera vez que salió a las calles, La Catrina apareció en el Jardín Zenea con el pretexto de una sesión de fotos. “Fue ahí cuando empezó a hacer público, era una catrina que parecía viejita, porque me puse una boa de plumas blancas, entonces a como está hoy en día parece que rejuveneció”, dijo.

A lo largo de estos años, a través de La Catrina, De Luna ha podido combinar sus habilidades artísticas del diseño de modas, gráfico y escénico. Pues tan sólo han sido cerca de 18 trajes los que ha construido para este personaje: La Catrina Conchera, Frida, María Félix, Europea, Azul, Rosa, Monja, Monarca, etc., las cuales desde hace un par de años ha llevado al Mesón de los Cómicos de la Legua con su espectáculo.

“Tuve uno que se llamó La Catrina de Turrón, una peluca de espuma con la pierna negra hasta la cadera y ese fue un personaje de coco estoy seguro que vieron una foto de mi catrina y lo pusieron cuando va a cantar “Poco loco” lo he visto como 100 veces y luego he visto mi catrina y sé que es la misma”, dijo entre risas.

De La Catrina también se derivó la marca Calakitas conformada de postales, libretas, playeras, barajas, loterías y demás.

A lo largo de estos años, ha habido una evolución en la misma caracterización, una evolución en los vestuarios y el detalle del maquillaje. Hoy en día toma a Erik una hora y media cada caracterización. “La Catrina es multisensorial, lo que ves, sientes, escuchas, lo que percibes con los olores, lo que sientes y lo que tocas con la foto”, dijo.