El emprendedurismo en zonas rurales ha crecido de forma notoria en los últimos años, y una muestra de ello es la familia Fernández Hernández, quienes durante 12 años se han dedicado a la producción de queso artesanal y no se han achicado ante la pandemia.

Comentan que no hace falta una indumentaria sofisticada para la elaboración de un buen queso, solo bastan las ganas de salir adelante y mantener satisfecho a sus clientes que día a día acuden a su hogar para adquirir el queso ranchero.

Desde muy temprana hora el señor Arturo “El grande”, ordeña sus vacas para posteriormente llevarla a un cuarto donde producen el queso, ahí su esposa es la encargada de moler y darle forma a los diferentes quesos que realizan.

En la actualidad su queso, producido en el municipio de Polotitlán, se distribuye en los municipios de Tequisquiapan, San Juan del Rio, así como la zona norte del Estado de México.