Como cada mañana durante más de 41 años Isabel Vega o mejor conocida como Chávela, se dirigía a trabajar al molino de nixtamal heredado por su padre, quien era originario de la comunidad El Vegil, municipio de Huimilpan.
“El molino pertenecía a mi Papá, después yo me hice cargo a la edad de 30 años, me gusto por que deje de ir a trabajar a Querétaro y a dedicarme a moler. Desde pequeña le ayudaba, ahorita tengo 71 y ya no lo trabajo, ahora lo hace mi cuñada Ángela”.
Al día se hacen dos moliendas una a las seis y otra a las diez de la mañana, esta inicia cuando llegan las primeras clientas, se enciende el molino y empieza a dar el servicio. El costo por cuartillo molido, ronda alrededor de los seis pesos.
El molino es conocido como “El Molino de Chávela”, y es el segundo que ha pertenecido a la familia, dado que el primero se descompuso y después se hizo la compra del segundo, con el cual muelen hasta la fecha.
En esta comunidad y en otras más del municipio, se sigue conservando la tradición de acudir al molino comunitario y hacer tortillas a mano, sin embargo las tortillerías han llegado a reemplazar esta tradición.