Las llamadas “nenitas” surgen durante el encierro a la que la mayoría de la población fue sometida y dónde la mayor afectación sin lugar a dudas fue el tema económico; ante el cierre de negocios y fuentes de empleo surgen estas mujeres que en su afán de sacar a flote los gastos del hogar, deciden vender lo que estuviera a su alcance, desde artículos de catálogo, ropa, accesorios, comida, postres y es así como se hacen vendedoras de Internet principalmente de Facebook e Instagram y que por su manera de llamarse “nenita”, “nena” surge el peyorativo apodo, que fue rechazado por estas féminas, que prefieren ser llamadas emprendedoras.
Y es que si alguien debe ser reconocido como héroe sin capa son precisamente ellas, que vieron la manera de no quedarse estancadas y buscar la forma que en su familia no faltara el pan, pagó de renta, servicios y hasta para darse uno que otro gustito.
La ola comercial a través de redes no se vio sólo en mujeres con pocos estudios; doctoras, abogadas, periodistas y demás profesionales ante la escasez de dinero vieron la opción de vender, subastar y regresar al trueque con tal de no dejar de percibir ingresos económicos.
La historia cuenta que en épocas difíciles es el sexo femenino quien ha cargado muchas veces con el peso económico, como le pasó a Yolanda Ramírez “Hace muchos años con el famoso “error de diciembre” mi padre se quedó muy endeudado y sin empleo, entonces mi mamá para salir adelante puso un negocio, lo único que sabía hacer era cocinar, decidida y tal vez desesperada logró poner una cocina económica, la cual si no nos hizo ricos, si nos dio de comer y pagar los servicios, mientras mi padre se recuperaba”.
Y las historias no se hacen esperar “en febrero del 2020, recibí mi última quincena, ni siquiera nos dieron un día exacto para un finiquito, estaba tan desesperada que llorando saque ropa, zapatos, juguetes y artículos de la casa que ocupaba poco y comencé a vender en Facebook, fue tan gratificante comenzar a recibir dinero que después que se acabó lo que tenía, con la ganancia me surti para comprar más ropa de segunda y mientras apoyaba a otra mujer, lo hacía yo misma. Hoy ya llevo más de un año y puedo decir que aunque difícil, no es imposible” cuenta Laura Fernández quien tiene a su cargo dos pequeños.
Los momentos no eran para quedarse sentada esperando que todo se compusiera, que el virus se fuera y la vida continuará y es como Perla Gutiérrez, psicóloga clínica comenzó a anunciarse por Facebook promoviendo sus servicios por medio de la plataforma Zoom, dando terapias grupales y pudiendo ofrecer productos naturales que comenzaron hacerla crecer y poder salir adelante.
El llamado e commerce se catapultó en los últimos meses ya que las mismas plataformas invitan a usuarias a vender su ropa, calzados y bolsas de alta gama por medio de ellas; “los bienes materiales son para remediar los males” cuenta Abigail Fernández abogada de profesión.
Por eso cuando se ve una mujer tratando de emprender un negocio, al comprar se está apoyando un sueño y el sustento de una familia.