Los recuerdos de “El Pollo" Torres Landa

Juan Arturo habla con Radar 107.5 del legado de su padre, su infancia y pasión por la tauromaquia y la lucha por vivir

Tamara Medina | Diario de Querétaro

  · miércoles 29 de junio de 2022

Foto: Gerardo Tavarez | Diario de Querétaro

Juan Arturo Torres Landa García es un icono de la sociedad queretana no solo por ser el empresario taurino más importante, también por la calidez y don de gentes que lo caracteriza.

En entrevista con Pedro Pablo Tejada y Aurelio Peña para Radar 107.5, el famoso "Pollo", dicharachero y ocurrente, conversó de lo que la vida le ha dado, bueno y malo a montones, y que ha marcado su alma.

INFANCIA

El sobrenombre de “El Pollo” se lo dio su padre: "cuando apenas comenzaba a gatear, siempre andaba detrás de mi mamá, entonces a mi papá se le ocurre decir ‘éste parece pollo detrás de la gallina’ y así se me quedó: ¿dónde está el pollo?, pollo para acá, pollo para allá”, recuerda nostálgico.

Nacido en León, Guanajuato, en la calle Chiapas 103 de la Colonia Bellavista, es el sexto de 10 hermanos, su infancia se vio marcada por los trabajos públicos de don Juan José Torres Landa, primero como diputado federal y posteriormente gobernador de Guanajuato.

Cuenta que su padre era abogado y agricultor de papas, siempre caracterizado por ser un político intachable y de una pieza en los quehaceres que le demandaban los cargos públicos y a los cuales les daba todo el respeto.

Tal vez esa fue la primera gran lección al tierno "Pollito”, dice, pues "mi padre me inculcó hacer negocios con honradez, su buen nombre, el amor por México; luego en chiste me dicen: ‘lo que les dejó’ -hablando económicamente- su papá y no, a mí lo que más me dejó es una enseñanza de proteger y ayudar siempre a la gente".

LA FAMILIA TORRES LANDA SE ASIENTA EN QUERÉTARO

Radicados entre Querétaro y Cuerámaro, en una ocasión don Juan José se encuentra en la gasolinera “San Pablo” a don Carlos Urquiza Rubio, quien le ofreció la compra de Jurica. “¿Le pido un favor? estamos a una hora (de Jurica), le dijo Urquiza Rubio, y se fueron a ver juntos la hacienda.

“Llegó mi papá al empedrado y le dijo ‘desde aquí empieza (Jurica), 4 kilómetros para llegar al casco. Y de cada lado 300 hectáreas’. Le adelantó algo… y ahí nos hicimos de Jurica”, recuerda "El Pollo".

El político compra el lugar con un trato a 5 años. Primero siembra papas y luego construyó 3 calles y 36 casas, “se le ocurre a mi papá hacer la calle de Roble, Sabinos y Paseo Jurica, ahí metió 12 casas por cada calle, además de los terrenos de 2 mil 220 m²; la casa valía $275 mil, casa y terreno".

Recuerda que los pioneros de la nueva colonia fueron Juan Torres, Helmont Huber, suegro de Roberto Loyola, Francisco Ramírez, papá del actual oficial mayor Mario Ramírez Retolaza, Rodolfo Fernández, Flavio Crauli, entre otros.

"Cuando se inauguró ya el casco de la hacienda como hotel, don Alejandro Urquiza, hermano de mi suegro, le dijo a mi papá ‘oiga, señor, con todo respeto usted es muy visionario, pero ¿quién se va a venir a vivir a Jurica?’ Él contestó: usted no, don Alejandro, pero sus hijos y nietos sí".

Y es que, recuerda para Radar 107.5, muchos solo veían vacas y ranchos pero para grandes visionarios y expertos desarrolladores como don Juan José su visión lo llevaba a visualizar el predio en 30 años posteriores.

“Todo lo que está pasando de Querétaro a León y de Querétaro a San Luis, nosotros ya lo habíamos visto, él nos los platicó, nos dijo que iba a pasar. Tenía una visión impresionante, por eso esa gente hace los grandes negocios, ven cosas que uno no observa", asegura "El Pollo", siempre orgulloso de su padre.

Pero la vida les tenía otro camino: el presidente Luis Echeverría mandó a Juan José Torres Landa a Brasil como embajador en 1967. Ese mandato hizo que la familia vendiera Jurica y Juriquilla a Beto Bustamante.

“Luis Echeverría saca a la mala a mi papá de embajador a Brasil; el presidente tenía pensamientos maquiavélicos de querer durar 30 años en el poder y a políticos como mi papá, González Cosío, Medina Ascencio, los sacó a las embajadas para tener el camino libre y que no interfieran".

Foto: Gerardo Tavarez | Diario de Querétaro

JURICA-JURIQUILLA

Mientras Torres Landa se fue por 4 años a Brasil, Germán y "El Pollo" continuaron viviendo en Querétaro.

“Germán y yo nos quedamos, empezamos a hacer el Raquet, parques Industriales La Cruz, Heike y el Motel Lisboa", plática.

Pero la suerte estaba echada y dicen que lo que es de uno, aunque se lo quiten, siempre regresa a su dueño original.

"Beto Bustamante, siendo muy amigo de López Portillo, secretario de Hacienda, consiguió un crédito muy grande en Nafinsa y ese crédito no se pagó. Jurica y Juriquilla quedaron en manos del gobierno. Pero en un momento, Banamex hace un estudio y la banca compra Jurica y Juriquilla, donde realizan los 2 pisos a desnivel, meten una subestación para 50 mil gentes, compra 75% de la hacienda, el otro 25% lo tiene doña Esperanza Loyola, que no quería vender".

En 1982, siendo ya presidente José López Portillo, nacionaliza la banca, Jurica y Juriquilla regresan a ser propiedad del Gobierno federal.

“Cuando llega el periodo de Miguel de la Madrid hace muchos fideicomisos para ventas, y entre otros estaba la cadena Camino Real, y don Pablo Brener y los señores Cosío, dueños de la Plaza México, licitan Camino Real y resulta que en ese paquete está Jurica y Juriquilla, porque el Hotel Jurica lo manejaba Camino Real. Ellos ganan la licitación, pero no les interesa Jurica ni Juriquilla, lo que les interesa es el hotel".

En tiempos del gobernador Mariano Palacios Alcocer ofrecen al gobierno adquirir los terrenos, pero les argumentan que ellos no pueden comprar y da todo su apoyo a los hermanos Torres Landa para su adquisición.

“Comenzamos por Jurica, donde metimos una calle con terrenos de 750 metros. Tristemente llega el temblor de 85 y Querétaro fue el boom, en ese momento vendimos todos los terrenos en 15 días; desde la caseta haciendo cola para comprar, literalmente aventaban los cheques. Era como si estuvieras vendiendo pan. La gente quería salir de México a como diera lugar y la ciudad era el sitio ideal".

LA TAUROMAQUIA

Luego de hacer el hotel y por la lejanía en aquel entonces del lugar hicieron una "placita de toros" solo para mil espectadores para tener un atractivo. Hoy el lugar se ha vuelto un referente a nivel internacional, cumpliendo 35 años como "Provincia Juriquilla” y ahí se han realizado corridas, ha sido sede para tomar alternativa de grandes toreros, historias que son protagonistas del lugar.

A la mente de “El Pollo” llega el día en que decidió escribir esta historia.

“Pues vamos hacer una fiesta para inaugurar la plaza. Curro Rivera y Armillita con toros de Javier Garfias. Ya sabes la clásica: mil invitados. Todo fue perfecto, Olivia Collins y Maribel Guardia en la terraza después de la corrida. Armilla cortó un rabo y Curro dos orejas," recuerda a Pedro Pablo y Aurelio.

“La verdad, fue un acontecimiento. Entonces, yo inquieto, dije ¿porqué no hacemos algo ya cobrando?. El 15 de septiembre me gusta y ¡vamos hacerla el 15!. Repiten Curro y Armillita, pero como soy taurino, yo la quiero de 6 toros, con Paco Dodolli y toros de La Paz de Pepe Velázquez que está en Coroneo.

“Entonces a los mil invitados les mandó el programa de mano, pero con un costo de $50, teniendo como variedad a Víctor Iturbe "El Piruli". De los mil invitados no vino ni uno, pero a cambio llegaron gentes de Uriangato, Moroleón, San Luis, Celaya, o sea llegaron taurinos y fue un éxito, entonces comencé a cuidar los detalles, así empezó todo", recuerda.

Foto: Gerardo Tavarez | Diario de Querétaro

¡LES VALEMOS MADRES LOS HUMANOS…!

Ante la polémica sobre la prohibición de la fiesta brava, afirma “El Pollo" que hay muchos enemigos y es triste que los animalistas quieran acabar con esta actividad, pues ignoran que con esta acción están apoyando la extinción del toro de lidia.

“Esas personas no se fijan en quienes son parte de la fiesta, en el daño que le hacen a las gentes que por generaciones, cerca de 500 años, han vivido de las corridas de toros. Los banderilleros, picadores, no aprenden en la Anáhuac o en el Tec, ellos son gente que han aprendido por generaciones, desde los tatarabuelos. Los animalistas piensan en los animales y tristemente… ¡les valemos madres los humanos!

"Es una pena que no vean a cuánta gente dejan sin trabajo, desde el que te vende el cojín hasta el torero".

Entrevistado para el programa “Pedro y los Lobos”, Juan Arturo “El Pollo” Torres Landa García explica que está comprobado, que los toros de lidia son los cuidadores de la flora y la fauna de donde ellos habitan, ya que ahí nadie se roba nada pues saben que en esos lugares existen toros bravos.

También señaló la ignorancia de saber cómo viven estos animales: "de todos los toros de lidia que existen, sólo van a las plazas el 8% de ellos. Porque 4 años están en hectáreas abiertas, viviendo como reyes, en cambio la hamburguesa que se comen, esos que no quieren que haya toros, pertenece a una vaca o un toro que vivió años en un corral apretado, que lo levantaron de las patas y le metieron un tiro en la cabeza".

Revela que en la Plaza México al año se matan 66 toros y "dejan a miles de familias que no tendrán de qué vivir, que no saben hacer otra cosa. Bueno, ni manejar un taxi, por estos 66 animales que, además si son indultados, tienen una vida que ya quisieran muchos".

PEDAZOS DE SU ALMA

María Guadalupe Urquiza "La Polla", su esposa, ha sido clave en su vida. Compañera que se jugó con él todo por el todo cuando le detectaron cáncer de hígado.

"A ella le debo lo que soy, porque tuvimos momentos muy duros y ella me sacó adelante. Es una mujer fuera de serie, me dio a mis hijos que tanto amo y es el mejor regalo que Querétaro tuvo para mí", cuenta enamorado.

Las duras batallas que ha enfrentado por enfermedades como la diabetes, un tumor canceroso en el hígado de 5 centímetros inoperable por cirrosis, pero finalmente trasplantado, cáncer en la médula ósea (Mieloma Múltiple).

“No me fui a un reposet ni regresé a ‘arreglar las cosas” como te recomiendan. Le di un ejemplo de lucha a mi familia y me puse a trabajar. Llevó 8 años luchando y trabajando más que antes", reflexiona.

Priísta por convicción, aunque dice odiar a quienes se aprovecharon del partido de sus amores, que por desgracia han dejado mal parado al tricolor. “Odio a los corruptos que se nos colaron y que destruyeron al PRI. Odio a Peña Nieto, a los priístas corruptos hay que meterlos a la cárcel”.

Así es este Torres Landa, un hombre que más que "Pollo" es todo un gallo, de esos que no se achican y que ha visto de cara a la muerte, pero no tiene tiempo de irse con ella, pues sus ganas de vivir, continuar trabajando y disfrutar a sus seres queridos no le permiten rendirse.