Lupita Ramírez en su mejor momento

Proveniente de una familia de peluqueros que datan desde su abuelo, continúa llevando esta herencia con toda dignidad y honrándola, puesto que la ha llevado a tener grandes satisfacciones

Tamara Medina|Diario de Querétaro

  · domingo 4 de abril de 2021

Lupita Ramírez innovadora y creadora de estilos | CORTESÍA DIANA OTAMENDI

Creativa, emprendedora y con una gran calidez humana así es Lupita Ramírez, una mujer que como muchas se impuso en los negocios, mucho antes que existiera la ola de llamado emprendimiento.

Su gusto por el estilismo comenzó cuando con 16 años de edad estudió la carrera de cultora de belleza a la par del secretariado. Pero fue arreglar cabello lo que más le gustó y esa fue la razón por la que decidió prepararse de lleno, inscribiéndose en seminarios para convertirse en estilista profesional y trabajar para conocida marca de productos de belleza en el estado.

Con hijas pequeñas y buscando la manera de tener una libertad financiera, además de ser productiva; nuestra entrevistada abrió una pequeña sala de belleza en su domicilio para no descuidar a las pequeñas y es así como inicia su propio negocio, que con más de 25 años, de los cuales ha adquirido un prestigio, pues a decir de sus clientas el servicio es extraordinario y uno de sus principales puntos del valor del negocio es que siempre está a la vanguardia con cortes, colorimetría y diversas técnicas para el cuidado del cabello.

Un plus que destaca es que hoy la estética también realiza maquillajes para toda ocasión pues su hija Diana heredó el gusto por la profesión especializándose en esta técnica.

Para Lupita emprender y mantener a flote su empresa no ha sido fácil pues debe esmerarse para estar a la vanguardia en todo el impacto que hay tanto en cortes, gama de color y tendencias por lo que continuamente se está preparando y no baja la guardia, Pero algo que ella no deja de lado, que a su decir, es el secreto para mantenerse en el gusto de sus clientes, es la atención y el servicio con el que consiente a cada persona que la visita y que muchos desde que eran niños y sus papás los llevaban, hoy acuden con sus propios hijos “ver generaciones llegar a mi lugar es la mayor satisfacción, que aunque ya vivan lejos, continúen buscándome, reconociendo y recomendado mi trabajo, es algo que no se paga” finalizó.