Por el gran gusto que María Romo le tiene a la pintura, desde los 4 años que llegó de la Ciudad de México para establecerse con su familia en Querétaro, asistió a innumerables talleres y cursos con diferentes maestros como Santiago Carbonell con dibujo de la figura humana y realismo; Ana Bertha Bravo, técnicas de óleo; Miguel de la Fuente, con texturas y resinas; Esmeralda Torres le enseñó abstracto, además estudió un semestre de restauración en la UAQ y culminó la carrera de Licenciada en Diseño gráfico en la UVM.
En entrevista para Diario de Querétaro, María contó que a lo largo de su trayectoria en la eterna búsqueda de diferentes materiales y técnicas, se dio cuenta que una parte de ella la inspiró a dar clases y compartir lo aprendido; así que ha impartido talleres en diversas universidades a carreras como Arquitectura y Diseño Gráfico, en el Museo de Arte de Querétaro, en preparatorias y particulares.
Son ya 39 años dedicados a esta bella arte, que la apasiona y la mantiene activa, expresando y mostrando un estilo propio que comparte en sus clases, en sus exposiciones y también en el libro que cuenta su trayectoria, sus vivencias y anécdotas, editado por Óscar Gutiérrez y con texto introductorio realizado por Aracely Ardón, reconocida maestra en historia de arte, que con sus letras describe a Maria como una artista contemporánea.
Platica que tiene algunas obras en existencia, recién entregó al Museo de Arte contemporáneo: “Inflexiones pragmáticas” que está expuesta en un viñedo, donde tuve el honor de ser invitada a escribir el texto de sala para la exposición que se llama “percepciones”. En su hogar, en bodas y coleccionistas tienen expuesto su trabajo, que inspira e invita a la reflexión.
A pregunta expresa qué es lo que pita dijo: “Depende de mi estado de ánimo las circunstancias que me rodean o que alguien alrededor mío me pida una obra de algún tema en especial, como ahorita, que tengo una obra en formato largo horizontal de un árbol de la vida, y por ejemplo cuando empezó la pandemia sentía temor, incertidumbre, paranoia de que alguien te contagiara así que comencé a pintar una técnica que la llame fäden significa hilos en alemán, lanzar hilos con fuerza soltando todo lo que llevaba dentro el resultado fue que esos hilos se entrelazaban unos con otros y no se veía el fin por eso la llame pandemia”.
Sus hijas Sofía y Paola Ramírez Romo son su sol, su motivación constante, las que siempre le celebran sus éxitos y la motivan para continuar, con el ejemplo de perseverancia es que ha tratado de orientarlas, “porque ellas también son mi compañía y mi total orgullo”.
“Soy una mujer muy apasionada, sensible, autentica, controversial, y me interesa plasmar un mensaje en cada una de ellas ya sea amor, desamor, positivismo, alegría, emoción o a veces algo dramático o con una experiencia alrededor, mi inspiración es el amor, ya sea de mi familia, amigos, hijas, y el gusto de poder compartir por medio de mi arte algo de lo que soy”, María es una personas a quien se le conoce como sensible y valiente a la vez, de muy buen corazón, siempre le gusta agradar y ser agradecida así que siempre agradezco el apoyo, le encanta compartir.