Grandes empresarias, activistas, emprendedoras, profesionales, son reconocidas por sus logros y habilidades para salir adelante, imponerse en medios que se dicen ser exclusivo para los varones donde son admiradas por sus victorias y nombramientos; pero la otra realidad, la que no se cuenta, la que las mismas mujeres cierran los ojos, está expuesta sin más reconocimiento, que el de quien conoce las batallas que han tenido que sortear entre la indolencia de una sociedad ocupada de sus propias luchas.
Hablar de ellas es un tema tan delicado como hermoso todo depende del contexto con el que se quiera llevar una nota, generalmente en el Día Internacional de la Mujer, las noticias generan dos vertientes o se habla de quien es exitosa, que ha tenido que pasar por muchas batallas para hoy estar empoderada o quienes perdieron la vida en actos violentos, quienes están desaparecidas o sufren la violencia en su hogar esperando que alguien las escuche y salve de su verdugo.
Pero hay otras féminas que no han salido a la luz, las que muy seguramente son con quien más se identifica el género femenino pues en su lucha diaria hay un pensamiento de "eso estoy pasando" "ya lo viví", historias dignas también de ser compartidas por el gran mensaje que hay.
LICHITA BRAVO MURILLO
"LA SEÑORA DE NEGRO"
Su historia ha sido tergiversada desde el morbo y los malos comentarios, la realidad es ella junto con su hermana Tere fueron maestras de taquigrafía y mecanografía del Instituto La Paz, uno de los más prestigiosos de la ciudad, además de llevar contabilidades a grandes negocios del Querétaro del ayer. Aunque Lichita como cariñosamente le llaman ha sido famosa por siempre estar vestida de negro y sus cabellos largos blancos, además de estar siempre en el centro pidiendo un peso a los transeúntes, muchas leyendas se han tejido a su paso, su realidad, es una mujer inteligente, muy limpia, cariñosa con quien la trata bien, que dejó muchas enseñanzas a otras mujeres que lograron aprender el oficio de secretarías y como ella misma dice "de las buenas, las que saben todos los movimientos de una oficina".
BUENAVENTURA GONZÁLEZ
Cariñosamente le llaman "La Morena" y tal vez sea por los más de 20 años trabajando bajo los rayos del sol "checando" los camiones del servicio público, esta mujer se convirtió en padre y madre, no por gusto, lo hizo porque ante la falta de apoyo de su pareja, como pudo salió adelante para sacar a sus cuatro hijos adelante, con sus pocos estudios pero con la experiencia que le ha dado la vida, apoya a mujeres que se le acercan para pedir ayuda y que al igual que ella han sido violentadas. Guerrera incansable se impone con mucho esfuerzo para desde su trinchera luchar incluso con sus propios demonios.
ARIANNA Y JOSEFINA
Madre e hija sus historias se enlazan desde que Ari nace con una discapacidad que le ha traído varios malestares y enfermedades congénitas, su poca audición y por ello su fluidez limitada en el habla no han impedido que ambas salgan avante, con sus propios retos, Josefina cuidandola aún cuando también su salud está comprometida, trabajando para los gastos médicos de su hija e incluso para mantener juntos a sus otros cuatro hijos que con su trabajo como secretaria les dio educación profesional a todos y ha dedicado su vida al cuidado de Arianna quien tiene episodios de dolor extremo en sus articulaciones.
Por su parte la chica de 35 años es admirable con un deseo de superación ha estudiado informática ya que le encantan toda la tecnología, pero no lml ella misma dice "crear mis propios diseños de muñecos de crochet es mi pasión".
Y es verdad con sus manos, un poco maltratadas por los problemas reumáticos que tiene elabora hermosas creaciones con las técnicas de crochet y es tan dedicada y perfeccionista que cuida cada detalle para que lo único que les falte sea hablar.
Tanto Arianna como Josefina viven día a día con la plena convicción de que nada, ni nadie puede aplastar su espíritu y que ante los malos momentos son sus ganas de salir adelante las que se imponen.