Para muchos, el hecho se estar soltero implica un problema en su vida; ser soltero no significa estar disponible, en ocasionas las personas optan por comprometerse con uno mismo porque no necesitan pareja para entender qué es la felicidad.
El amor es algo que merece la pena vivir, pero no se puede buscar todo el tiempo; la felicidad, el bienestar y el equilibrio está en uno mismo, así sea en soledad o de la mano de alguien, lamentablemente en algunos lugares, la soltería se convierte en un estado social para después pasar a una categoría que aterroriza; la felicidad muchas veces es asociada, según los especialistas con el amor de pareja, de una relación afectiva o de una vida en común, es aquí donde inicia el debate.
Los expertos dicen que la soledad es el precio de la libertad y enseña más que cualquier compañía. De pronto el término “single” se puso de moda y fue aprovechado por el marketing, una ironía social y de “negocio” que contrasta con la realidad. La soltería no es un cruce de caminos, hay solteros que simple y sencillamente ni esperan ni buscan; cada caso es único, pero son muchos los que terminan descubriendo que este estado aporta una vida más enriquecedora donde lo dedican a intereses y pasiones, e incluso a tomar decisiones más significativas. Habrá quienes sí deseen encontrar a esa persona capaz de encajar en sus sueños, pero no por ello se obsesiona o busca en cada rincón.