Arrancaron las Noches Medievales de El Caserío con la presencia de más de una veintena de personas, quienes a través de la degustación de los platillos, la música y el show especial, conocieron la historia y el misticismo que rodea a la Edad Media.
Al llegar, las mujeres fueron coronadas con un arreglo floral tradicional, que en el medievo era utilizado por las doncellas para rememorar la belleza de las ninfas. Un arlequín juguetón acompañó a los presentes hasta sus lugares, y una vez acomodados todos, inició el espectáculo con músicos, bailarinas, magos, lectores de cartas y un juglar, que los transportó al contexto de esta civilización occidental a través de la historia de la princesa perdida.
A la usanza de ésta época fue servido en recipientes de barro: lechón caramelizado, codorniz con papas de cambray, potaje de verduras y vino tradicional de la casa.