Llegó a Querétro después de unos años de ausencia y radicar en la ciudad de Guadalajara desde donde ha conectado con galerías de todo el mundo, desde Mónaco, París, Portugal, Ciudad de México y estados como Sonora. Olga Hernández expuso su obra que maravilló a los invitados, quienes se reunieron en Bernardini, donde mostró su gran versatilidad.
En la invitación oficial, recuerda que la artista es amante del color y de experimentar con el arte, que como ella lo dice: “Es el sentmie4nto más abstracto, pero auténtico a la vez”. Se dice que su arte es espontáneo, impulsivo e impredecible, porque va cambiando con cada pincelada, reflejo del sentimiento que está viviendo y querer transmitir. Su obra tiene vida y corazón, gusta de experimentar con técnicas y materiales, usar objetos reciclados, darles vida e incorporar en una misa obra óleo, acrílico, acuarela y su sello personas que es el collage con partituras, mapas y libros.
También explica que se obra actual se caracteriza por tener un estilo “Naif” de trazos simples, ingenuos, y con rasgos aniñados, n arte donde la imperfección da sentido a la autenticidad. Otra de las técnicas empleadas es de “Un solo trazo”, misma que consiste en no despegar el pincel hasta terminar el dibujo y después añadir color con diferentes elementos para enriquecerlo.