Febrero se pinta de corazones y en el aire flota el amor y aunque es un año diferente y no se puede celebrar por todo lo alto, los enamorados recuerdan los momentos y circunstancias que los han llevado a estar juntos y permanecer así a pesar de la pandemia.
Dos tortolitos se conocieron en 2008 y desde el principio supieron que eran el uno para el otro, Ricardo entregó el anillo de compromiso en medio de una fiesta sorpresa entre amigos y familiares, para finalmente unir su vida el 31 de enero del 2009; a través de estos años de matrimonio, se han conocido, admirado y de esa unión nacieron sus tres regalos que Dios le dio Regina, María Sofía y Patricio.
La pareja viajera, ha tenido una relación llena de aventuras desde que eran amigos en la universidad, su gusto por conocer distintos lugares los llevó a unirse un 4 de marzo del 2014 e iniciar su noviazgo; a partir de ahí no se han separado y han vivido grandes momentos como su promesa de amor eterno arriba de un globo aerostático en Tequisquiapan a finales de 2015, finalmente unieron sus vidas ante el creador un 22 de octubre 2016, lo emocionante de este evento es que fue 15 días después que pidieron la mano de la novia. Tras dos años de matrimonio llegó a su vida la pequeña Romina.
MARIANA MENDOZA Y MIGUEL ONTIVEROS
Los novios, han llevado su amor en medio de la pandemia, pues tuvieron poco tiempo de disfrutar de salidas y reuniones; ellos formalizaron su noviazgo el 24 de febrero del año pasado y a pesar de salir poco el sentimiento ha crecido día a día. Mariana cuenta que lo que la ha llevado a querer tanto a Miguel es la admiración que siente a todo lo que realiza y la forma en que la protege y procura. Aunque aún no tienen planes de matrimonio, están convencidos que esta relación será por siempre.
Cuando dos almas están predestinadas a unirse los caminos se entrelazan de una forma inexplicable como en el caso de esta pareja quienes tras tener cada quien una relación anterior, finalmente se conocen y son los hijos de Ricardo los que influyeron para que se unieran desde hace 25 años, donde han formado un matrimonio ejemplar muy querido y admirado por amistades y familiares. Tere cuenta que un día cuando los hijos de su esposo eran pequeños le preguntaron ¿Tere, porque tenemos dos mamás? a ella le salió del alma responderles, que ellos eran sus hijos en otra vida y ella cumplió con la promesa de siempre cuidarlos y de este episodio han pasado ya varios años y los hoy ya adultos siempre la han considerado una segunda madre que los ha cuidado y querido como hijos propios.