Después de dejar fermentar el aguamiel, se obtiene el pulque una bebida con un sabor ácido y un poco dulce; con el tiempo se comenzaron a crear diferentes recetas y fue así como surgieron los curados de pulque, nombre que reciben porque están adicionados con frutas o semillas que aportan sabor y color.
El señor Oscar Morán, originario de la comunidad de Boyé de Cadereyta de Montes platicó sobre cómo llegó esta deliciosa bebida a este lugar hasta formar parte de su tradicional “Feria de la Barbacoa y el Pulque”.
“En los años 70’s, el joven Juan José Reséndiz Olvera fue a estudiar una ingeniería en la Universidad de Chapingo en México, al regresar al pueblo tuvo la idea de ponerle un nombre a la fiesta patronal, así surgió la Feria de la Barbacoa y el Pulque”, platicó Oscar.
Con el apoyo de las personas del pueblo y el conocimiento de José Luis, los curados que eran algo desconocido llegaron a Boyé.
“El principal requisito para un delicioso curado es tener un buen pulque, bien fermentado siguiendo todos los lineamientos de sanidad y todo lo que implica, después hay que agregarle un sabor con ayuda de las frutas”, explicó.
Oscar Morán se ha dedicado a la venta de pulques y curados desde hace ya varios años y ha pasado ese gusto ahora a sus hijos con quienes han formado el negocio “El Tlaquichero”.
“Tenemos un stand donde ofrecemos alrededor de 20 sabores, los más solicitados son los tradicionales como nuez, guayaba piñón, coco, avena, jitomate, limón y hace poco incluimos el de cacao”, platicó Oscar.
Existen muchísimas combinaciones que puedes disfrutar en una presentación llena de sabor y color de la bebida de los dioses.