Con la degustación de panes dulces, licuados, jugos, tazas de café, chilaquiles, huevos preparados al gusto, enchiladas y crepas; cerca de 30 personas comenzaron su mañana en el restaurante Brioche, compartiendo la hora del desayuno.
Ya fuesen amigos o familia, el momento se desenvolvió en las diferentes mesas del lugar, despojando así los esbozos de sueño y flojera que pudieran haberse heredado al momento de despertar.
Un ejemplo de alegría fue el vivido por Alejandra Quiroz, quien festejó su cumpleaños desayunando con su mejor amiga desde hace 20 años, Laura Vázquez.
Pero no fue la única, porque muchas personas sin necesariamente tener un motivo en especial que festejar, eligieron ese restaurante para romper la rutina del desayuno en casa y poder así continuar su día con gran alegría, y que mejor que hacerlo con un gran sabor de boca.